En el Ecuador, la educación superior no solo es un derecho, sino también una herramienta esencial para construir un futuro más justo e inclusivo. Este día nos invita a reflexionar sobre la importancia de garantizar un acceso equitativo a la educación superior, eliminando barreras y mejorando las condiciones para que cada estudiante tenga la oportunidad de alcanzar sus sueños.
Es momento de reforzar nuestro compromiso con una educación que valore el esfuerzo, premie el talento y respalde a quienes más lo necesitan. Cada joven ecuatoriano merece un sistema educativo que sea una puerta abierta al conocimiento y al desarrollo personal y profesional.
A todos los aspirantes que hoy trabajan incansablemente para acceder a una universidad en nuestro país, ¡nunca dejen de creer en ustedes mismos! Sus metas son valiosas, y su esfuerzo es el motor del cambio que nuestra sociedad necesita.
La educación transforma vidas y construye sociedades más fuertes. Sigamos luchando por un Ecuador donde el conocimiento sea un puente hacia la igualdad y el progreso.