En el segundo día de nuestra jornada en Parlatino, tuvimos la oportunidad de participar en la Comisión de Igualdad de Género, Niñez y Juventud, un espacio dedicado a renovar los compromisos por la democracia paritaria y la igualdad sustantiva en nuestra región. Este es un tema de gran importancia, ya que la igualdad de género y el acceso a derechos fundamentales para las niñas, niños y jóvenes son aspectos clave para avanzar hacia sociedades más justas y equitativas.
Durante las discusiones, se destacó la importancia de fortalecer los marcos normativos que garanticen la igualdad real entre mujeres y hombres, así como la protección de los derechos de las infancias y juventudes. En mi intervención, subrayé que la paridad no solo debe ser un compromiso en el papel, sino una realidad tangible en todos los espacios de toma de decisiones. No podemos hablar de democracia verdadera si las mujeres no están plenamente representadas, si las niñas y los jóvenes no tienen acceso a una educación digna, y si los derechos de la infancia continúan siendo vulnerados.
Uno de los puntos centrales de la jornada fue la necesidad de transformar los sistemas educativos, para que todos los niños, niñas y jóvenes tengan la oportunidad de desarrollarse plenamente, sin importar su género o lugar de nacimiento. Como asambleísta, me comprometo a seguir trabajando por políticas públicas que garanticen igualdad en las aulas, así como el acceso a oportunidades laborales y sociales para las futuras generaciones.
Además, discutimos las políticas públicas necesarias para eliminar la violencia de género, un flagelo que sigue afectando a millones de mujeres en nuestra región. A través de esta comisión, renovamos nuestro compromiso con la creación de leyes más efectivas, que no solo penalicen la violencia, sino que también promuevan la educación en igualdad y el empoderamiento de las mujeres en todos los sectores de la sociedad.