Hoy, en la Continuación de la Sesión N.º 977 del Pleno de la Asamblea Nacional, se aprobó con 117 votos a favor la moción presentada respecto al informe de cumplimiento a la Resolución Rl-2023-2025-027. Esta resolución, emitida por el Pleno de la Asamblea Nacional, aborda un tema de gran relevancia: la fiscalización de los casos de violencia contra niñas, niños y adolescentes. Este paso es fundamental para garantizar que se cumplan los compromisos asumidos para proteger a nuestros menores y prevenir situaciones de violencia que lamentablemente siguen ocurriendo en nuestro país.
Como asambleísta, me siento profundamente comprometida con la lucha contra la violencia infantil y adolescente. Es inaceptable que cada día, más niños y niñas sean víctimas de abuso y maltrato. Es nuestra responsabilidad, como legisladores, trabajar de manera incansable para que no solo se sancione a los culpables, sino también se generen políticas públicas eficaces que protejan a nuestros menores y les brinden un entorno seguro en el que puedan crecer y desarrollarse. La violencia no puede seguir siendo una sombra sobre la infancia de Ecuador.
El informe que hemos aprobado hoy le otorga a la Comisión Especializada Permanente de Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología, Innovación y Saberes Ancestrales la responsabilidad de realizar el proceso de fiscalización de estos casos. Este proceso no solo debe enfocarse en la denuncia y el castigo de los agresores, sino también en la creación de mecanismos preventivos que fortalezcan las redes de apoyo a las víctimas. Necesitamos un enfoque integral que contemple la atención, la prevención y la educación para erradicar este flagelo de nuestras comunidades.
Además, con la aprobación de esta moción, reforzamos el compromiso de la Asamblea Nacional con los derechos de la niñez. No es suficiente con legislar, debemos también velar por que las leyes se cumplan de manera efectiva. La fiscalización es un proceso esencial que permite revisar, corregir y mejorar las políticas públicas que afectan directamente a la niñez y adolescencia, para garantizar que estén alineadas con los estándares internacionales y que sean realmente efectivas.