Hoy no fue solo una fecha en el calendario. Para mí, fue el día en que se materializó un sueño largamente construido con trabajo, convicciones y la confianza de mi gente.
Ese día asumí oficialmente mis funciones como Asambleísta, con la certeza de que desde este espacio puedo contribuir a construir una provincia y un país más prósperos, productivos, seguros e inclusivos.
Desde mi curul, me comprometo a servir con humildad y firmeza, llevando siempre la voz y la esperanza de Sucumbíos al corazón de la Asamblea Nacional. Mi trabajo estará guiado por el anhelo de lograr cambios reales y defender los intereses de nuestra tierra y de todo el Ecuador.
Hoy, más que nunca, sigo convencido de que legislar es escuchar, proponer y actuar. Y ese es el compromiso que he asumido desde el primer día.
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