La Comisión de Educación de la Asamblea Nacional recibió importantes aportes a dos normativas que buscan regular el uso de tecnologías emergentes en el Ecuador, el blockchain y la inteligencia artificial.
Respecto al blockchain, Jessenia Cazco, intendenta de estudios y riesgos de la Superintendencia de Bancos, resaltó que se requiere una regulación específica que diferencie la variedad de áreas donde se aplica esta tecnología.
Cazco explicó que la Unión Europea ha reglamentado la implementación del blockchain exclusivamente para el manejo de criptoactivos y la tokenización de activos financieros, pero no la tecnología en su generalidad. Explicó que las posibles regulaciones sobre su uso en el sistema financiero, diferirían, por ejemplo, de su uso en el rastreo de productos, en el caso de importaciones, o en el almacenamiento de historiales médicos, en el caso de la salud pública.
Por otro lado, Edwin Mejía, abogado especializado en Derecho Digital, Inteligencia Artificial y Blockchain, cuestionó si Ecuador está preparado para regular una tecnología que se actualiza todos los días. “El país no cuenta con la madurez técnica e institucional para regularla. Hacerlo será contraproducente para los intereses del Estado”, señaló.
En criterio del experto, regular una tecnología emergente, sin entender lo que está en juego, puede producir obsolescencia normativa por la velocidad con la que evoluciona la tecnología, desalentar la inversión en ella, ocasionar bloqueos tecnológicos y parálisis institucional.
Por otro lado, Fabricio Peralta, superintendente de protección de datos personales, señaló que “dejar de regular herramientas como blockchain y la inteligencia artificial (IA) sería convertirlas en una tierra de nadie sin consecuencias ni responsabilidades para quienes las mal utilicen”.
Sobre el proyecto que busca regular la IA en el país, sugirió distribuir de mejor manera la concentración excesiva de roles asignados al Ministerio de Telecomunicaciones (Mintel), “pues sería al mismo tiempo promotor de la inteligencia artificial, regulador de sus protocolos de implementación y ente sancionador”, lo que podría dar lugar a posibles conflictos de interés.
Detalló que “es necesario recabar la experiencia de otros países, como Reino Unido y Singapur que cuentan con entes de conocimiento especifico para cada aspecto regulatorio de la IA”. Coincidió con este criterio Carolina Curvale, docente de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO Ecuador), quien destacó los beneficios de contar con una gobernanza especializada de esta tecnología para reforzar la democracia en el Ecuador.
Por último, Patricia Costa, docente investigadora de la Universidad de las Américas (UDLA), solicitó, previo a la regulación de la IA, sumar esfuerzos para que el país cuente con campañas masivas de alfabetización tecnológica sobre inteligencia artificial, a fin de no generar una mayor brecha tecnológica de la ya existente.
CV
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