Diana Ramírez, secretaria de Planificación, este viernes, 22 de agosto, entregó en Gestión Documental de la Asamblea Nacional, el Plan Nacional de Desarrollo “Ecuador no se Detiene 2025-2029”, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 147 y 280 de la Constitución de la República, documento que fue aprobado por el Consejo Nacional de Planificación el 21 de agosto y que es la guía que orienta las políticas públicas y acciones del Estado en los próximos cuatro años, priorizando el bienestar de la ciudadanía, la equidad social y el desarrollo sostenible.
La funcionaria del Ejecutivo explicó que la visión del primer mandatario, Daniel Noboa Azín, es una visión de crecimiento social, con ejes sostenibles. En este sentido, el Plan Nacional de Desarrollo 2025-2029 proporciona la base técnica que orienta la formulación e implementación de las políticas públicas destinadas a enfrentar de manera estructural problemáticas como la desigualdad, la pobreza y la exclusión social. El documento está al alcance de la ciudadanía en la página web de la Secretaría de Planificación.
Subrayó que los cinco ejes son: Eje Social; Eje Económico, Productivo y Empleo; Eje Ambiente, Agua, Energía y Conectividad; Eje Institucional; y Eje de Riesgos, este último de gran trascendencia tratándose de un país como Ecuador que tiene una condición de multiamenaza.
Forma parte de una Estrategia Territorial Nacional (ETN) que presenta diagnósticos y propuestas a nivel provincial. Además, cuenta con un mapa ampliado y oficial del Ecuador, continental e insular, donde destacan los límites marítimos con Costa Rica. Por primera vez, la visión de largo plazo fue construida con expertos en prospectiva y anhelos ciudadanos. Asimismo, por primera vez, el Plan cuenta con una alineación a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS): 96 de las 98 metas planteadas están relacionadas con las metas de la Agenda 2030.
Diana Ramírez indicó que, según la legislación vigente, la Secretaría de Planificación debe presentar el Plan Nacional de Desarrollo 90 días después de la posesión del Presidente de la República. “No es un Plan de escritorio, es un Plan de territorio y fue construido con la participación de más de 1.800 actores (ciudadanos, gremios, empresas, multilaterales, artistas, adultos mayores, comerciantes, jóvenes, deportistas, instituciones públicas de todas las funciones del Estado, academia, entre otros)”, enfatizó.
En este Plan se refuerza el compromiso institucional con una planificación inclusiva, que reconoce y valora la diversidad social, étnica, territorial, generacional y de capacidades en el país, lo que permite que las políticas públicas respondan de manera pertinente y equitativa a las necesidades de la población, subraya el documento.