Hoy, en el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, reafirmamos que servir a nuestra gente con solidaridad y empatía es la base de todo verdadero liderazgo.
Cada acción de ayuda, cada mano extendida y cada esfuerzo compartido construyen esperanza y dignidad para nuestras comunidades amazónicas. No se trata de un gesto momentáneo, sino de un principio que guía nuestro trabajo diario en el territorio y en la Asamblea Nacional.
Seguiremos firmes, trabajando por quienes más lo necesitan, porque la asistencia humanitaria no es un favor, es un compromiso permanente con la vida y con el bienestar de nuestra gente.