En el marco del tratamiento a las reformas de la Ley Orgánica Reformatoria de la Ley Orgánica de Las Juventudes, el asambleísta Gustavo Mateus Acosta, representante del exterior por Europa, Asia y Oceanía, mantuvo una mesa de diálogo con los representantes de varias agrupaciones de jóvenes en Quito. El encuentro se consolidó como un espacio de escucha activa y construcción colectiva, reafirmando que ninguna reforma será efectiva sin la voz de quienes serán sus principales protagonistas: las personas jóvenes.
Durante la conversación, estudiantes y profesionales jóvenes compartieron una visión clara sobre los retos que enfrentan y las acciones que consideran prioritarias para transformar su realidad. Hablaron de la necesidad de formación permanente en política, diplomacia, innovación y participación ciudadana, como herramientas que les permitan no sólo comprender el entorno, sino también liderar procesos de cambio en sus comunidades.
También expresaron su preocupación por la falta de espacios seguros que favorezcan su desarrollo integral, señalaron que sin ambientes libres de violencia y sin oportunidades reales de apoyo, el potencial de la juventud queda limitado.
En materia laboral, plantearon la urgencia de abrir puertas al trabajo profesional y al primer empleo digno, con salarios justos, contratos transparentes y programas que impulsen el emprendimiento, fortaleciendo al mismo tiempo la estabilidad laboral con sistemas de control que aseguren el respeto de sus derechos y oportunidades de crecimiento profesional.
El acceso a la educación superior fue otro de los ejes centrales. Los jóvenes coincidieron en la importancia de mantener este derecho como una prioridad del Estado, acompañado de becas y programas de apoyo que reduzcan las brechas para quienes provienen de sectores más vulnerables.
Asimismo, subrayaron el valor de fortalecer el arte, la cultura y las destrezas creativas de la juventud. “El talento está ahí”, coincidieron, “pero necesitamos más espacios de formación, promoción y difusión que nos permitan proyectar nuestro trabajo, profesionalizar nuestras habilidades y hacer de la cultura no sólo un motor de identidad, sino también una fuente de emprendimiento y desarrollo económico”.
En su intervención, el asambleísta Gustavo Mateus enfatizó el compromiso de llevar estas demandas al debate legislativo:
“La juventud es presente y futuro. Sus ideas y experiencias son el punto de partida para construir una ley con verdadero impacto, que abra caminos de oportunidades y que reconozca su capacidad de transformar el país. Pero también sabemos que no basta con escuchar, necesitamos un Estado que deje de darle la espalda a los jóvenes, que garantice educación gratuita y de calidad, empleo digno y espacios seguros para desarrollarse. Desde nuestra bancada, vamos a defender cada propuesta que acerque la ley a la realidad de quienes hoy luchan por un Ecuador con justicia, inclusión y esperanza”.
Los asistentes agradecieron la apertura y solicitaron que estos espacios de diálogo deben mantenerse y multiplicarse, porque sólo con una participación real y sostenida se logrará que las reformas a la Ley de Juventudes sean efectivas, inclusivas y cercanas a su realidad.
Con este tipo de encuentros, el asambleísta Gustavo Mateus reafirma su compromiso de trabajar de manera conjunta con la juventud para que sus propuestas se conviertan en políticas públicas que construyan un Ecuador más justo e inclusivo.
Nacido en Guayaquil y migrante en Europa entre 1999 y 2021. En Ecuador dedicado al trabajo social y a la docencia de idiomas. En España entregado al servicio consular, de octubre 1999 a mayo 2007 como empleado contratado en el Consulado del Ecuador en Madrid, y de junio 2007 a septiembre 2017 como Cónsul General del Ecuador en Madrid y luego en Murcia, en el Gobierno de la Revolución Ciudadana.
Como un migrante más, es conocedor del sacrificio y las necesidades de la comunidad migrante. De 2019 al 2020 trabajó en hostelería y restauración en Londres; fue voluntario en una organización de ayuda a los más vulnerables y sin techo; y miembro de un sindicato de trabajadores en defensa de sus derechos laborales.
Asambleísta representante de los ecuatorianos residentes en Europa, Asia y Oceanía durante los períodos 2021–2023 y 2023–2025. En febrero de 2025, la comunidad migrante renovó su confianza al elegirlo nuevamente como su representante en la Asamblea Nacional para el período 2025–2029.
Fue miembro de la Comisión de Gobiernos Autónomos, Descentralización, Competencias y Organización del Territorio de la Asamblea Nacional; integró la Comisión de Relaciones Internacionales y Movilidad Humana; fue secretario del Grupo Parlamentario por los Derechos de la Personas en Movilidad Humana y ejerció las funciones de presidente del Grupo Interparlamentario de Amistad entre la República del Ecuador y la Unión Europea. Actualmente es parte de la Comisión de Garantías Constitucionales, Derechos Humanos, Derechos Colectivos y la Interculturalidad.
Junto a su alterna Noelia Palacios Muñoz y sus compañeras y compañeros de despacho, están comprometidos en defender los derechos de los ecuatorianos dentro y fuera de la Patria.