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En el marco del análisis del proyecto de Ley Orgánica Reformatoria a la Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial, Uso y Gestión del Suelo, la abogada urbanista Marisabel Vásconez presentó un conjunto de observaciones técnicas y jurídicas ante la Comisión de Gobiernos Autónomos. Su intervención destacó la importancia de una normativa que permita a los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD) gestionar su territorio de manera efectiva y acorde con su diversidad.
Vásconez recordó que la Ley original surgió tras el terremoto de 2016, con el objetivo de fortalecer la planificación territorial, proteger el suelo rural y fomentar una gobernanza participativa. Sin embargo, señaló que la normativa se transformó en una “camisa de fuerza” debido a la estandarización nacional, la desarticulación con la gestión de riesgos y el rol disfuncional de las entidades de control.
Entre los principales retos identificados están los modelos rígidos de planificación, la incongruencia de horizontes temporales, la sobrerregulación y las brechas técnicas. Frente a esta situación, la experta propuso establecer regímenes diferenciados y escalonados de planificación, que se ajusten a la capacidad técnica y la complejidad territorial de cada GAD, garantizando una gestión más flexible y eficiente.
Finalmente, Vásconez resaltó la experiencia de Portoviejo como ejemplo de éxito, demostrando que la viabilidad del plan de uso y gestión del suelo depende de recursos y capacidades locales. La especialista recomendó fortalecer competencias, fomentar la participación ciudadana, alinear los horizontes de vigencia de los planes y priorizar proyectos de vivienda y colaboración público-privada.