Se celebra el surgimiento de un liderazgo renovado en Ecuador, impulsado por jóvenes con visión y coraje. Más que acumular seguidores, el objetivo es multiplicar líderes que trabajen en beneficio de millones de ecuatorianos. La felicitación se dirige a la directiva recién posicionada de ADN.
Hoy me honra volver a servir como Asambleísta Nacional y me dirijo a ustedes, mis mandantes, con cercanía y compromiso humano: legislar, fiscalizar y cumplir la ley siempre con la mirada puesta en las familias ecuatorianas.
Mi vocación altruista, mi experiencia política y social, y mi profundo amor por el Ecuador me impulsan a trabajar incansablemente por un país más justo, solidario y seguro —el Ecuador que todos merecemos.
Este camino de servicio no es improvisado: es el legado de una vida dedicada a servir con propósito, tender la mano al que más me necesita y construir, desde cada espacio, un mejor futuro para las nuevas generaciones.
