Con 88 votos a favor, la Asamblea Nacional aprobó la Ley Orgánica Reformatoria a la Ley Orgánica de Movilidad Humana (Unificado). Quiero destacar el eje que más me inspira: la migración circular. Durante años escuché a compatriotas que solo querían trabajar temporalmente en el extranjero y volver a casa con tranquilidad, pero el sistema los empujaba a la irregularidad o a quedarse fuera por miedo a perderlo todo. Por eso impulsé la migración circular como política de Estado: una herramienta que permitirá viajar, trabajar y regresar con protección, con derechos y sin riesgos, evitando la explotación y la migración insegura.
Esta reforma reconoce al migrante como protagonista del desarrollo y no como un problema. Nos permite planificar la movilidad, abrir oportunidades reales y, sobre todo, cuidar a nuestras familias. Ahora la ley pasará al Ejecutivo y estaré vigilante de su correcta implementación. Migrar para aprender, para crecer y para volver ya no será un salto al vacío, sino un camino seguro y digno para miles de ecuatorianos.