Con el compromiso de fortalecer la lucha frontal contra el crimen organizado, el asambleísta de Imbabura, Pablo Jurado Moreno, respaldó y realizó importantes aportes al Proyecto de Ley Orgánica de Solidaridad Nacional, cuya discusión y aprobación se realizó la noche de este sábado 7 de junio en segundo debate en la Asamblea Nacional. De 141 legisladores presentes en la sesión, 84 votaron a favor del cuerpo legal.
Esta iniciativa legal, calificada como urgente en materia económica por el Presidente de la República Daniel Noboa, tiene como objetivo establecer un régimen jurídico especial en el marco del conflicto armado interno, incorporando medidas financieras, tributarias y de seguridad, con la finalidad de atacar el músculo económico de las organizaciones delincuenciales, fortalecer a las fuerzas del orden, proteger a la ciudadanía más vulnerable en las zonas afectadas por la violencia, y reformar el sistema judicial para responder con eficacia y dignidad ante la crisis de seguridad que vive el país.
Entre los principales ejes de la normativa se contemplan: “Incentivos tributarios mediante rebaja del impuesto a la renta para quienes donen equipamiento a las Fuerzas Armadas y Policía Nacional, la tipificación del delito de pertenencia a grupos de delincuencia organizada, el incremento de penas para delitos vinculados con el crimen organizado como el tráfico de combustibles, la adecuación del proceso penal para evitar abusos en el uso de medidas sustitutivas, así como la evaluación periódica del personal policial y militar mientras dure el conflicto armado interno”, entre otras.
En este marco, el asambleísta Pablo Jurado presentó mediante Memorando Nro. AN-JMPA-2025-0001-M, de 2 de junio de 2025, sus observaciones al proyecto de Ley, a la presidenta de la Comisión Especializada de Desarrollo Económico, Productivo y la Microempresa, asambleísta Valentina Centeno, las cuales fueron acogidas por la Comisión. Estas iniciativas fueron valoradas por su enfoque técnico y su aporte real a la lucha contra el crimen organizado:
1. Juzgamiento especializado e inmediato:
Jurado propuso que los actuales jueces de las unidades y tribunales especializados en delitos de corrupción y crimen organizado sean los competentes para juzgar a los miembros de grupos armados organizados y vinculados a economías criminales.
“Este aporte responde no solo a una necesidad operativa del sistema judicial, sino a una exigencia ciudadana. No podemos permitir que el tratamiento de los delincuentes siga dilatándose. La justicia debe ser ágil, rigurosa y técnicamente especializada”, subrayó Jurado.
2. Garantías para que los servidores del orden realicen su trabajo:
Para evitar que los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional sean procesados injustamente mientras cumplen su deber en el marco del conflicto armado interno, el legislador imbabureño planteó que el indulto presidencial anticipado solo pueda otorgarse si existe un dictamen no acusatorio por parte de la Fiscalía General del Estado.
Esta medida busca equilibrar la necesidad de respaldo a las fuerzas del orden, con el respeto irrestricto a los derechos y garantías constitucionales.
El asambleísta Pablo Jurado reiteró su compromiso con el pueblo ecuatoriano y con los principios de justicia, paz y equidad social. “Este proyecto de ley no puede quedarse en el papel; debe convertirse en una herramienta real y contundente para recuperar la tranquilidad de nuestros barrios y el control sobre nuestro territorio. No hay tiempo que perder”, enfatizó.
Finalmente, el cuerpo legal aprobado será remitido al Ejecutivo.
                
Soy Pablo Jurado, nací en Ibarra el 6 de febrero de 1961 y desde entonces mi vida ha estado ligada a esta tierra que tanto quiero: Imbabura. Vengo de una familia honorable, de esas que te enseñan a valorar cada logro y a nunca olvidar de dónde vienes. Me eduqué en el Colegio Teodoro Gómez de la Torre y luego llegué a la Universidad Central del Ecuador, donde me gradué como licenciado en Ciencias de la Información.
Mi primera pasión fue el periodismo. Empecé como periodista deportivo en varias radios de Ibarra y Quito, con la emoción de un joven que soñaba en grande. Después llegaron los diarios El Comercio en Quito y El Norte en Ibarra, donde pude escribir y compartir mis ideas con la gente. Ese amor por la comunicación me llevó incluso a ser presidente del Colegio de Periodistas de Imbabura y de la UNP.
Con el tiempo, la política me encontró. En 1981 me afilié a la Izquierda Democrática y, desde entonces, fui aprendiendo desde abajo: jefe de Relaciones del Municipio de Ibarra, jefe del IECE, consejero alterno, secretario del Consejo Provincial… Cada cargo me enseñó algo distinto, pero todo me reafirmó que lo mío era trabajar por la gente.
La confianza de mis conciudadanos me llevó a ser concejal en 1996 y en 2002, y en ese último periodo me nombraron vicealcalde. En 2004 la vida me regaló un gran honor: ser elegido alcalde de Ibarra. Allí confirmé que gobernar no es mandar, sino escuchar y servir.
Años más tarde, en 2014, hombres y mujeres de Imbabura me eligieron prefecto. Fueron años de mucho trabajo, donde mi prioridad fue abrir caminos, mejorar la vialidad, impulsar proyectos de riego y darle nuevas oportunidades a nuestra provincia. En 2019 volví a recibir el respaldo inmenso en las urnas y, poco después, tuve el privilegio de presidir el Consorcio de Gobiernos Provinciales del Ecuador por dos periodos consecutivos.
Ahora, en 2025, el destino me puso otro reto: ser asambleísta por Imbabura con el Movimiento Construye. Asumo con la misma convicción que me ha acompañado toda la vida: hacer política no es un privilegio, es un compromiso con la gente.
Soy periodista, abogado, magíster en Derecho Constitucional, pero, por encima de todo, soy un ibarreño agradecido, un hombre que nunca olvida que cada paso que ha dado lo debe al cariño, la confianza y la esperanza de su pueblo. Simplemente, soy el amigo Pablo.