La Comisión de Gobiernos Autónomos, Descentralización, Competencias y Organización del Territorio sesionó el 22 de octubre de 2025 para continuar con el tratamiento del proyecto de Ley Orgánica Reformatoria al Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización (COOTAD) unificado. Compareció la abogada María Clara Cabrera, coordinadora general técnica del Consejo Nacional de Competencias (CNC), en representación de la secretaria ejecutiva Myriam Zarzosa, quien no asistió por compromisos previos.
Durante su intervención, Cabrera presentó observaciones técnicas al proyecto en tres ejes principales. En primer lugar, advirtió que algunas reformas contravienen la Constitución al permitir que los gobiernos autónomos descentralizados (GAD) asuman competencias exclusivas de otros niveles de gobierno, como el manejo de agua potable, alcantarillado y materiales áridos y pétreos, atribuciones reservadas a los municipios por el artículo 264. Entre los artículos observados mencionó el 42, 64, 65 y 249, que amplían competencias o presupuestos de los GAD sin sustento constitucional, lo que según explicó podría generar duplicidad de funciones e inseguridad jurídica. Recomendó suprimir dichas disposiciones para garantizar la coherencia normativa.
En segundo lugar, destacó como aspecto positivo la disposición general octava, que faculta a los GAD asumir competencias regionales no constituidas, en concordancia con el artículo 270 de la Constitución, lo que permitiría avanzar en un proceso de descentralización ordenado y progresivo.
Finalmente, cuestionó el plazo de 120 días establecido en la disposición transitoria única para que el CNC actualice la normativa secundaria y propuso ampliarlo a 365 días, considerando la complejidad técnica y la necesidad de consultas con actores territoriales.
El asambleísta Pablo Jurado agradeció la exposición técnica y reconoció los aportes del CNC al debate legislativo. Por su parte, la asambleísta Lady Cedeño, en representación de Célleri, sugirió analizar la posibilidad de delegar funciones administrativas a los viceprefectos, con el fin de fortalecer la corresponsabilidad sin desnaturalizar las competencias exclusivas de los GAD provinciales.
GO
Soy Pablo Jurado, nací en Ibarra el 6 de febrero de 1961 y desde entonces mi vida ha estado ligada a esta tierra que tanto quiero: Imbabura. Vengo de una familia honorable, de esas que te enseñan a valorar cada logro y a nunca olvidar de dónde vienes. Me eduqué en el Colegio Teodoro Gómez de la Torre y luego llegué a la Universidad Central del Ecuador, donde me gradué como licenciado en Ciencias de la Información.
Mi primera pasión fue el periodismo. Empecé como periodista deportivo en varias radios de Ibarra y Quito, con la emoción de un joven que soñaba en grande. Después llegaron los diarios El Comercio en Quito y El Norte en Ibarra, donde pude escribir y compartir mis ideas con la gente. Ese amor por la comunicación me llevó incluso a ser presidente del Colegio de Periodistas de Imbabura y de la UNP.
Con el tiempo, la política me encontró. En 1981 me afilié a la Izquierda Democrática y, desde entonces, fui aprendiendo desde abajo: jefe de Relaciones del Municipio de Ibarra, jefe del IECE, consejero alterno, secretario del Consejo Provincial… Cada cargo me enseñó algo distinto, pero todo me reafirmó que lo mío era trabajar por la gente.
La confianza de mis conciudadanos me llevó a ser concejal en 1996 y en 2002, y en ese último periodo me nombraron vicealcalde. En 2004 la vida me regaló un gran honor: ser elegido alcalde de Ibarra. Allí confirmé que gobernar no es mandar, sino escuchar y servir.
Años más tarde, en 2014, hombres y mujeres de Imbabura me eligieron prefecto. Fueron años de mucho trabajo, donde mi prioridad fue abrir caminos, mejorar la vialidad, impulsar proyectos de riego y darle nuevas oportunidades a nuestra provincia. En 2019 volví a recibir el respaldo inmenso en las urnas y, poco después, tuve el privilegio de presidir el Consorcio de Gobiernos Provinciales del Ecuador por dos periodos consecutivos.
Ahora, en 2025, el destino me puso otro reto: ser asambleísta por Imbabura con el Movimiento Construye. Asumo con la misma convicción que me ha acompañado toda la vida: hacer política no es un privilegio, es un compromiso con la gente.
Soy periodista, abogado, magíster en Derecho Constitucional, pero, por encima de todo, soy un ibarreño agradecido, un hombre que nunca olvida que cada paso que ha dado lo debe al cariño, la confianza y la esperanza de su pueblo. Simplemente, soy el amigo Pablo.