La regulación del recurso de revisión, las atribuciones de la autoridad tributaria, el plazo para la resolución y el fortalecimiento de la figura de mediación tributaria, entre otros aspectos, constan en el articulado del proyecto de Ley Reformatoria al Código Tributario, que el Pleno de la Asamblea Nacional tramitó en primer debate.
Al respecto, la legisladora ponente Nathaly Farinango resaltó que la propuesta busca fortalecer los principios de seguridad jurídica, legalidad y eficiencia administrativa en las relaciones entre el Estado y los contribuyentes. Por tanto, regula la relación existente entre el Estado y la ciudadanía, con el propósito de brindarles mayor protección y seguridad jurídica.
Farinango precisó que la reforma se limita exclusivamente a los aspectos procesales, garantizando que toda actuación de la administración, sea nacional, central o seccional, se ajuste a los principios de legalidad y debido proceso.
Durante el debate, el legislador John Polanco destacó que el Estado debe estar a la altura de las transformaciones, por lo tanto, es necesaria una armonización entre el Código Tributario, el Código Orgánico General de Procesos y el Código Administrativo. “Esta propuesta no es simplemente un ajuste técnico, sino una respuesta a la realidad actual”, afirmó.
Por su parte, el asambleísta José Vallejo recordó que el Código Tributario ha tenido 31 modificaciones en los últimos 20 años, desde 2005. Sin embargo, precisó que se pretende que “la máxima autoridad del Servicio de Rentas Internas (SRI) pueda de oficio activar y resolver el recurso de revisión, eliminar la prohibición para declarar la prescripción de la acción de cobro y garantizar que la devolución por pago indebido no tenga traba ni control alguno”.
En el primer debate también intervinieron los legisladores María Molina y Eduardo Mendoza, quienes abordaron temas relacionados con el plazo de 180 días para la resolución del recurso de revisión y los beneficios para el contribuyente.
Tras las intervenciones, la primera vicepresidenta de la Asamblea Nacional, Mishel Mancheno, en la conducción de la sesión, cerró el debate y dispuso que el proyecto regrese a la Comisión de Régimen Económico para la elaboración del siguiente informe.
Soy Pablo Jurado, nací en Ibarra el 6 de febrero de 1961 y desde entonces mi vida ha estado ligada a esta tierra que tanto quiero: Imbabura. Vengo de una familia honorable, de esas que te enseñan a valorar cada logro y a nunca olvidar de dónde vienes. Me eduqué en el Colegio Teodoro Gómez de la Torre y luego llegué a la Universidad Central del Ecuador, donde me gradué como licenciado en Ciencias de la Información.
Mi primera pasión fue el periodismo. Empecé como periodista deportivo en varias radios de Ibarra y Quito, con la emoción de un joven que soñaba en grande. Después llegaron los diarios El Comercio en Quito y El Norte en Ibarra, donde pude escribir y compartir mis ideas con la gente. Ese amor por la comunicación me llevó incluso a ser presidente del Colegio de Periodistas de Imbabura y de la UNP.
Con el tiempo, la política me encontró. En 1981 me afilié a la Izquierda Democrática y, desde entonces, fui aprendiendo desde abajo: jefe de Relaciones del Municipio de Ibarra, jefe del IECE, consejero alterno, secretario del Consejo Provincial… Cada cargo me enseñó algo distinto, pero todo me reafirmó que lo mío era trabajar por la gente.
La confianza de mis conciudadanos me llevó a ser concejal en 1996 y en 2002, y en ese último periodo me nombraron vicealcalde. En 2004 la vida me regaló un gran honor: ser elegido alcalde de Ibarra. Allí confirmé que gobernar no es mandar, sino escuchar y servir.
Años más tarde, en 2014, hombres y mujeres de Imbabura me eligieron prefecto. Fueron años de mucho trabajo, donde mi prioridad fue abrir caminos, mejorar la vialidad, impulsar proyectos de riego y darle nuevas oportunidades a nuestra provincia. En 2019 volví a recibir el respaldo inmenso en las urnas y, poco después, tuve el privilegio de presidir el Consorcio de Gobiernos Provinciales del Ecuador por dos periodos consecutivos.
Ahora, en 2025, el destino me puso otro reto: ser asambleísta por Imbabura con el Movimiento Construye. Asumo con la misma convicción que me ha acompañado toda la vida: hacer política no es un privilegio, es un compromiso con la gente.
Soy periodista, abogado, magíster en Derecho Constitucional, pero, por encima de todo, soy un ibarreño agradecido, un hombre que nunca olvida que cada paso que ha dado lo debe al cariño, la confianza y la esperanza de su pueblo. Simplemente, soy el amigo Pablo.