La legisladora Fabiola Sanmartín, representante de la provincia de Cañar, presentó el proyecto de Ley de Protección, Fomento y Comercialización del Tejido Tradicional del Sombrero de Paja Toquilla, una iniciativa que busca salvaguardar, fortalecer y asegurar la sostenibilidad de este oficio ancestral, reconocido por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
El proyecto tiene como objetivo proteger, fomentar y regular la producción, comercialización y exportación de los sombreros elaborados con la técnica tradicional de tejido de paja toquilla, con el fin de preservar este legado cultural y mejorar las condiciones socioeconómicas de las y los productores tejedores en todo el país.
La normativa establece un marco integral que reconoce al tejido tradicional como una actividad esencial de la Economía Popular y Solidaria, promoviendo la organización formal de los productores y su inscripción en el Registro Único de la Economía Popular y Solidaria (RUEPS). Además, impulsa mecanismos de certificación de autenticidad y la ejecución de políticas públicas orientadas al fortalecimiento de toda la cadena productiva.
El Comité Interinstitucional de Salvaguarda del Tejido Tradicional del Sombrero de Paja Toquilla será la entidad encargada de coordinar acciones con instituciones del Estado, Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD) y organizaciones artesanales y PRO ECUADOR, para garantizar la trazabilidad, promoción nacional e internacional y protección legal del sombrero de paja toquilla como producto emblemático del Ecuador.
La propuesta reconoce también los derechos de las y los productores tejedores a acceder a programas de capacitación, participar en ferias nacionales e internacionales, recibir protección frente a prácticas comerciales fraudulentas y transmitir sus conocimientos ancestrales de manera voluntaria. Además, incorpora un régimen de control, infracciones y sanciones para proteger la integridad del tejido tradicional, evitando su falsificación, la apropiación indebida del conocimiento ancestral o el uso no autorizado de la denominación de origen.
La asambleísta Fabiola Sanmartín señaló que este proyecto es resultado del diálogo directo con tejedores de Cañar y Azuay, quienes manifestaron sus principales problemáticas, especialmente la injusta intermediación y la pérdida de identidad del producto en los mercados internacionales, donde se comercializa como “Panamá Hat” pese a ser una creación ecuatoriana.
“Con esta normativa buscamos fortalecer su organización, mejorar sus ingresos y asegurar que el valor de su trabajo, cuyo tejido muchas veces se vende por apenas cinco dólares, retorne justamente a quienes lo producen, dotándolos de herramientas institucionales para regular costos, procesos de comercialización y exportación, y así dignificar su arte y su sustento”, enfatizó.
MEV
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