La Comisión de Justicia profundizó el análisis del proyecto de reforma al Código Penal, que prevé sanciones por violencia contra la mujer y el núcleo familiar. Graciela Ramírez y Nathalia Quiroz, docentes de la Universidad Católica, expusieron la serie de dificultades que deben sortear las mujeres víctimas de violencia para presentar una demanda y, lo que es más, esperar una respuesta.
Graciela Ramírez señaló que en lo que va del año se registraron 32 mil denuncias de casos de violencia psicológica y solamente 28 llegaron a término. Las dificultades en el sistema hacen que muchas mujeres no ingresen en la ruta crítica de violencia, que el propio sistema les propone y prefieren no denunciar. Tenemos unas cifras sumamente disminuidas que no son las que realmente reflejan el número de personas que están siendo vulneradas, advirtió.
La tramitología es bastante grande y los evidentes avances todavía no son suficientes para corregir el problema y dar soluciones urgentes respecto de derechos vulnerados. Es fundamental establecer claridad de los pasos a seguir, que los funcionarios judiciales estén debidamente capacitados, no duplicar o sobreponer esfuerzos entre instituciones, que la cantidad de casos salgan por la vía de la resolución. Es fundamental pasar de la ruta crítica a la ruta de bienestar para favorecer los intereses de los y las afectadas, dijo.
De su parte, Nathalia Quiroz enfatizó que la violencia refleja relaciones de poder que jerarquizan y colocan lo masculino como eje de toda experiencia; además que la violencia de género es un problema social de gran magnitud que afecta sistemáticamente a hombres y mujeres en diversos ámbitos, sin distinción de raza, clase, etnia o de sexo.
No es sencillo comprobar las secuelas que deja la violencia psicológica, sin embargo la misma atraviesa otros tipos de violencia: física, sexual, patrimonial. La violencia debe ser analizada como una problemática integral, expresó, tras indicar que el ciclo de violencia está marcado por la calma, acumulación de tensión, explosión, luna de miel y simulación de normalidad.
Precisó que la parte religiosa influye muchas veces en la decisión de una mujer de terminar con el matrimonio y seguir sometida al esposo, a lo que se suma la intervención de familiares y factores como la situación de asumir la parte económica y el cuidado directo de los hijos.
La asambleísta Gina Godoy consideró necesario que los servidores judiciales conozcan el contenido y alcances del ciclo de la violencia, a fin de que la respuesta que otorgue el sistema judicial sea óptima.
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