La tecnología y transformación mundial fue el tema que el asambleísta Esteban Albornoz expuso este miércoles, 20 de septiembre, en el II Global Youth Leadership Forum, que se desarrolla en Santander, España, desde el lunes pasado y que reúne a líderes de varios países.
Para el asambleísta la tecnología multidisciplinaria, eficaz, científica tiene paradojas para el mundo actual. Apostó por el crecimiento económico, “pero ahora necesitamos repensar sobre su rol en la construcción de un desarrollo sostenible”. Se refirió a la tecnología que ha transformado el mundo en la salud, construcción, agricultura, entre otras áreas.
Sin embargo, expresó que el gran desafío es pensar en el ser humano sobre el capital. Hizo referencia a casos como el cambio climático, que perjudican a la humanidad, y dijo que la paradoja empieza con el rol que tendrá en un futuro, en la supervivencia de la vida.
“Por una parte, la tecnología ha impulsado el mayor grado de bienestar que puede tener el ser humano de manera individual y colectiva. Sin embargo, esa dependencia tecnológica nos hace también dependientes de energías térmicas, lo que provoca que el individuo sea responsable por el cambio climático, porque, en su mayoría, consumimos energías no renovables”, dijo.
Otra de las contradicciones, según el legislador, es que estamos a merced de ciberataques que ponen en peligro nuestra forma de vida actual. Por ello, es necesario crear una tecnología capaz de blindarse de los mismos. “La transformación del mundo dependerá mucho de la capacidad de la inteligencia artificial, empezando por la ciberseguridad”, indicó.
También se refirió a las tecnologías de la comunicación, especialmente con la redes sociales. Espacios que pueden servir para difundir información y también como lugares de participación. Sin embargo, tras el anonimato se pueden producir efectos contrarios, como un pánico financiero o acciones indebidas ante una catástrofe natural.
“Inicié mi intervención con la pregunta sobre si el avance tecnológico del que estamos hablando busca el crecimiento económico o el desarrollo sostenible. Yo apuesto por una tecnología de la solidaridad, de la redistribución, de la responsabilidad con el otro, es decir, un desarrollo sostenible que piense en las actuales generaciones y los derechos de las futuras”, afirmó.
Sin embargo, acotó que es la hipocresía y la lógica del poder la que prevalece, sin ninguna ética con las generaciones presentes y peor aún con las venideras.
Destacó las acciones implementadas por Ecuador durante estos 10 años, que han contribuido significativamente a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, con el uso de tecnología actual, barata y de acceso rápido.
Concluyó que toda transformación, con el apoyo tecnológico, implica conciencia ambiental, democracia real y crecimiento incluyente.
LILA/pv