Boletín de prensa EMZV Nro. 194
Quito, 18 de julio 2018.
El Grupo Parlamentario por el Bienestar Animal, presidido por Jorge Yunda, junto a diversos actores, analizó las políticas públicas sobre transporte de especies para el consumo humano. Marinella Irigoyen, representante de la Fundación Trato Ético Animal (TEA), pidió regulación y control en el viaje de los animales que, sin lugar a dudas, es la etapa más estresante y peligrosa de toda de la cadena de operaciones entre la finca y el matadero.
Precisó que para esta regulación hacen falta normas legales y reglamentarias, a la vez, entregó en manos del presidente un documento suscrito por cinco organizaciones y que consta de seis partes. La primera, es una explicación acerca del trabajo realizado, las investigaciones de campo, así como sugerencias y propuestas de experiencias internacionales para poderlas acoplar al país, para que los animales de consumo tengan una mejor forma de transporte.
Sostuvo que los efectos de la transportación animal son estrés, hematomas, pisotones, asfixias, fallo cardíaco, insolación, distensión estomacal, envenenamiento, depredación, deshidratación, extenuación, lesiones y peleas, lo cual han constatado en la transportación que llega a los camales de Quito y Guayaquil.
Indicó que al momento se utiliza el mismo transporte para todas las especies caprinas, cerdos, bovinos o aves. Estos deben tener acceso a agua y comida, con adecuadas vías de ventilación; los pisos deben ser especiales, antideslizantes, para reducir el riesgo de caídas, con rejillas de madera o metal, indicó.
Asimismo afirmó que han podido denotar malos tratos por las jornadas largas de viaje. Al camal ingresan camiones de todas partes del país, los cerdos llegan con cortes y sangrado corporal; al bajarlos, para apurar el proceso, son pisados, pateados, golpeados y jalados de sus orejas y cola, mencionó, al citar evidencias científicas por las cuales los animales pueden sentir placer, dolor y experimentar emociones complejas.
Los asambleístas, en sus intervenciones, coincidieron en hablar de transporte de animales para consumo humano, bajo nuevas consideraciones, mejor trato, que significa el diseño de nuevos vehículos. Reconocieron que la proteína animal resulta irreemplazable para ciertos metabolismos, por lo que estas especies deben tener vida y muerte dignas.
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