Elizabeth Cabezas Guerrero, presidenta de la Asamblea Nacional, recibió el pedido de amnistía general a favor de las víctimas de la revuelta policial acaecida el 30 de septiembre de 2010 que, a decir de Óscar Ayerve, presidente de la Asociación que reúne a quienes fueron judicializados y sentenciados por este hecho, constituyó uno de los procesos más complejos y siniestros de la historia ecuatoriana.
Añadió que en el Decreto por el cual el ex presidente Rafael Correa conformó la comisión para investigar estos hechos, incluye en sus considerandos que se trató de un intento de magnicidio, producto de un intento de golpe de Estado que se había presentado como una supuesta protesta laboral.
Dijo que los procesos seguidos en las instancias judiciales significaron el uso de recursos públicos para perseguir a personas inocentes. “El poder del Estado fue utilizado para perseguir. Nunca más pueden ocurrir hechos como este en Ecuador”, enfatizó.
Análisis responsable
Entre tanto, Elizabeth Cabezas, titular de la Legislatura, tras recibir el pedido oficial de la Asociación de Víctimas del 30S, subrayó que el tema de amnistías es prioritario dentro de la Agenda Legislativa, sobre el cual la Asamblea debe tomar un rol y definiciones importantes, sobre la base de lo dispuesto en la Ley Orgánica de la Función Legislativa, que establece un procedimiento individualizado para el caso de las amnistías.
“Estamos trabajando junto con la Defensoría Pública y la Defensoría del Pueblo para el tratamiento de un procedimiento expedito para el tema de las amnistías, sobre todo en casos de derechos humanos y defensa del medio ambiente.
Subrayó que el 30S involucra a militares, policías y civiles, por lo que la Asamblea hará un análisis responsable del pedido de amnistía, en cada caso. “Es evidente que existen casos de injusticia y la Asamblea tendrá la oportunidad de remediar esas injusticias, es una herida abierta con la cual la institución tiene un deber que lo vamos a asumir con la responsabilidad que nos caracteriza, sobre todo, sabiendo que esta es una deuda que tenemos con los ecuatorianos, para que el país se pueda reconciliar”, agregó.
Aseguró que como mujer, madre y esposa no puede dimensionar el inmenso dolor que esta revuelta generó en las mujeres ecuatorianas, no solamente por la implicación de sus familiares, sino también por la pérdida de vidas que produjo este hecho.
“Definitivamente hay resentimiento en la sociedad, hay dolor, hay familias afectadas, hay pérdidas humanas y es nuestra obligación sanar esas heridas y cerrar esas deudas históricas, para buscar una reconciliación y poder mirar hacia el futuro sin estos resentimientos”, sentenció.
Aseguró que la Asamblea Nacional, así como está asumiendo otros temas complejos y delicados, no evadirá jamás la responsabilidad sobre este caso, al agradecer la presencia de varios asambleístas, porque decisiones como las relacionadas con las amnistías no son de carácter personal, sino de una institución que, como en el caso de la Asamblea, está representada por 137 asambleístas, de distintas bancadas, electos por el pueblo ecuatoriano.
Finalmente, anticipó que de manera inmediata dispondrá el inicio del trámite de este pedido y mantendrán reuniones periódicas, a fin de informar cuáles son los pasos que la Asamblea dará en este proceso.
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