El enfoque de género en la legislación ecuatoriana y su amplio contenido, fue el tema alrededor del que se desarrolló el encuentro virtual, denominado “Enfoque de género en la construcción de las leyes y cómo garantizar a las mujeres el derecho a la igualdad”, organizado por la Asamblea Nacional, la Fundación Hanns Seidel, el Instituto Ecuatoriano de Estudios Legislativos y la Universidad Internacional SEK.
Paulo Gaibor, coordinador de la Unidad de Técnica Legislativa de la Asamblea Nacional realizó la presentación del webinario, en el que intervinieron Bibiana Aído, representante de ONU Mujeres; Anabel Santacruz, especialista en Derechos Humanos; Dalia Noboa, especialista lingüística, estilística y desarrollo del pensamiento, Ana Álvarez Pablos, secretaria general adjunta para Asuntos de Administración del Senado de España; Ana Changuín, máster en intervención social y sociedad del conocimiento, asesora parlamentaria, con el tema “La incorporación de la perspectiva de género en un Parlamento” y Dalia Noboa, sobre “La lengua castellana y la perspectiva de género”.
Dalia Noboa, en su intervención precisó que género desde lo social no es sinónimo de género gramatical y que las leyes deben ser redactadas con expresiones lingüísticas que respeten el género el género gramatical, ajeno al sexismo y a la discriminación.
Resaltó la importancia del uso de los términos en la legislación, por ello para evitar la connotación machista se debe trabajar en el léxico, por ejemplo impulsar el cambio de la nomenclatura de organizaciones: en lugar de “Hospital de Niños Baca Ortiz” nominarlo “Hospital Pediátrico Baca Ortiz”; en vez de llamar Consejo Nacional de Rectores, nominarlo Consejo Nacional de Universidades; no Asilo de Ancianos, sino Asilo Geriátrico o Centro Geriátrico.
Asimismo, subrayó la diferencia entre sexismo social y sexismo lingüístico, las formas de sexismo lingüístico, sexismo sintáctico y salto semántico, el lenguaje descontextualizado y el lenguaje incluyente en la legislación.
Ana Changuín, experta en legislación, tras referirse a la participación cuantitativa, condiciones del trabajo legislativo, recordó el enfoque de género en los proyectos de ley y la necesidad de una verificación objetiva de aplicación de los estándares de género en las iniciativas, así como la institucionalización de evaluaciones con el fin de generar información, datos y estadísticas, como ocurre en Estados Unidos, Perú, Chile, Alemania, España, Reino Unido, Francia, Suecia, Dinamarca, Suiza, Italia, Nueva Zelanda. Recordó, por último, los proyectos aprobados, con perspectiva de género en Ecuador.
Entre las intervenciones, la secretaria técnica del Consejo Nacional para la Igualdad de Género, Nelly Jácome Villalva, subrayó la labor del Consejo Nacional de Género como instancia especializada para incorporar el enfoque de género en todos los niveles del Estado.
Precisó que, las políticas públicas están para dar respuestas a los grupos que integran una sociedad, para coexistir a pesar de las diferencias; incorporar el enfoque de género no es únicamente agregar la palabra mujer, o personas LGBTI, implica ir más allá y reconocer las necesidades estratégicas; y Ecuador necesita una política pública de género clara y aplicable, partiendo de esas necesidades, que permitirá hacer cambios cuantitativos.
AM/ea