La alimentación debe entenderse como derecho, no como un negocio. Con esta premisa es que iniciamos la construcción y socialización de este proyecto de Ley, que ya pasó su primer debate y seguimos en la Comisión de Soberanía Alimentaria recibiendo los aportes para mejorarla y presentarla para el segundo y definitivo debate. Esta ley es de vital importancia para garantizar la soberanía alimentaria del país.