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Como mujer y madre de familia, hablar del caso de María Bernal, asesinada de forma canalla dentro de la Escuela Nacional de Policía me resulta bastante triste y doloroso; que difícil situación por las que atraviesa la madre de María Belén, -Elizabeth Otavalo-, una mujer valiente que desde el 12 de septiembre permanece en pie de lucha defendiendo la honra de su hija, que injusta y dura realidad por la que atraviesan el hijo de trece años de María Belén y sus familiares. La ausencia y vacíos que deja esta pronta partida con toda seguridad les marcará de por vida. Este es caso que nos conmovió a todos los ecuatorianos y ecuatorianas, al mismo tiempo que nos llenó de rabia e impotencia al ver que frente a estos hechos que enlutan a un país entero, tenemos un Gobierno indolente, un Gobierno incapaz y mediocre.
Que lamentable ver que Ecuador es un país sin rumbo, un país que cada día que pasa se degrada más por las situaciones de violencia, donde cada 28 horas es asesinada una mujer, donde todos los días ocurren robos y asesinatos. Un Ecuador que se desangra en vista de todos frente a un Estado ausente.
¿Qué podemos esperar de un Gobierno que no puede controlar lo que pasa al interior de las cárceles?, ¿qué esperamos de un Gobierno incapaz de controlar lo que pasa dentro de la Escuela Nacional de Policía, institución en cargada de velar por la seguridad? ¿Qué esperamos de un Gobierno que se pasa viajando pidiendo ayuda para todo? Admitiendo que no tiene la capacidad de asumir las responsabilidades para las que fue electo.
En estos últimos años como país nos hemos convertido en una vergüenza, no hay trabajo, no hay inversión social, no hay medicinas, no hay seguridad; razones suficientes para que todos los días, ciudadanos salgan a otros países a buscar cómo sobrevivir. Huyan del país del ENCUENTRO.
La crónica de este caso es bastante vergonzosa. La Policía Nacional de Ecuador reportó la desaparición de María Belén Bernal el 12 de septiembre. La Fiscalía General del Estado informó que sabe del caso desde el 13 de septiembre. El teniente Germán Cáceres presunto asesino, acude a Fiscalía e ingresa una denuncia por la desaparición de María Bernal, posteriormente fue detenido por ocho horas con
fines investigativos, pero el fiscal consideró que no tenía suficientes elementos de convicción para la formulación de cargos. A partir de ese momento se desconoce el
paradero del Teniente Germán Cáceres y su búsqueda como principal sospechoso continúa; los restos de María Belén fueron encontrados el 21 de septiembre y sus restos fueron enterrados el 23 de septiembre.
Una situación que cuesta entender es que este hecho ocurrió no solamente dentro de la Escuela Nacional de Policía, sino que muchos cadetes y oficiales de policía escucharon los pedidos de auxilio de María Belén que clamaba por su vida y Nadie, que se escuche bien, NADIE acudió a ayudarla.
Un policía dijo que, al escuchar unos ruidos, entró a la habitación de Cáceres y lo vio acostado junto con otra persona que no pudo identificar. Según la versión, Cáceres se habría levantado y le habría dicho: “Lárgate de aquí si no quieres tener problemas”. El policía que dice haber visto una mancha rojiza —presumiblemente de sangre— en la mano de Cáceres, se fue. En otra versión, un policía dice que cuando advirtió de los ruidos a un superior, este le dijo: “No te metas en nada, “En problemas de pareja no hay que meterse” Estos y otros testimonios de varios policías y cadetes muestran la indiferencia, la indolencia, con la que atestiguaron un crimen. No fueron capaces de parar la violencia de evitar un crimen. Estaba en sus manos y nadie hizo nada.
No se trata únicamente de una falta grave de la policía al no intervenir para evitar un feminicidio. Hay toda una cadena de hechos y procedimientos que fallaron y que a todos nos dejan dudas. ¿cómo se explica el registro de la entrada de Bernal, pero no su salida? ¿Qué autoridad autorizó ese permiso? ¿Quiénes y porqué se permite libar dentro de la Escuela de Policía?
A caso nuestra sociedad está tan podrida, que resulta inexplicable la indiferencia de los testigos ante lo que lo que ocurría en la habitación del teniente Cáceres. Aquí no se trata de jerarquías, no vengan me vengan a decir que fue por órdenes superiores, ¡Qué está pasando ¡. Se trata de la vida de un ser humano que frente a sus ojos está siendo asesinado; es solamente por sentido común, por instinto humano. La razón, la naturaleza de la formación de un policía es salvar vidas, velar por la seguridad y la integridad de las personas, no por ser testigos de crímenes, porque esto los vuelve complices.
Resulta sospechoso que, tras 11 días, el cuerpo apareciera en una zona montañosa, de difícil acceso, como resulta difícil pensar que un solo hombre pudiera encargarse de llevar un cuerpo hasta esa zona. Son interrogantes que la familia de María Belén y el país necesita respuestas claras. Aquí la Policía no fue la única que falló. Falló también el sistema de justicia que no apresó al teniente Cáceres, falló la lentitud de los ministros, falló las decisiones tardías de un presidente que mientras esto pasaba enviaba tuits desde los Estados Unidos, entonces compañeros colegas, aquí falló el Estado ecuatoriano.
¡SI¡ y hay que dejarlo claro, aquí fallaron las diferentes instancias de Gobierno cuyos voceros estuvieron más preocupados por limpiar la imagen de la Policía que por garantizar la vida de Bernal. A caso no recordamos en noviembre pasado, las expresiones misóginas del secretario de Seguridad de la Presidencia, Diego Ordóñez cuando ocupaba el cargo de asambleísta y ahora tras la desaparición de María Belén, en una de las primeras declaraciones sale con que “Aquí hay un mal miembro de la Policía, lo que hay que proteger es el prestigio institucional", ¡Que vergüenza¡ y estos son los voceros del gobierno.
¿No sé de qué prestigio institucional habla Ordóñez? La verdad parece que vive en otro país. Todos respetamos el nombre de la Policía Nacional del Ecuador y estoy segura que la mayoría son buenos elementos, sin embargo no hay como tapar el sol con un dedo y vemos como esta institución en los últimos años ha ido perdiendo su prestigio, solo este año, varios de sus miembros están involucrados en delitos como el sicariato de una bebé; el ingreso de municiones a la cárcel o el tráfico de droga. Eso, sin citar siquiera que no es la primera vez que en un recinto militar ocurre un delito: El caso de Cesar Coronel Olivo, el oficial de Policía que en 2012 apareció muerto en la Comandancia de Sucumbíos. Entonces no es un hecho aislado.
Mientras todo esto ocurría el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, dejó pasar cuatro días antes de sacar un Twitter, sobre la muerte de Bernal, desde Estados Unidos. Seguramente estaba ocupado pidiendo ayuda a otros países, demostrando internacionalmente que el por sí solo no tiene la capacidad de gobernar.
Lo más satírico es que, frente a esta grave situación que conmovió a todo el país, el Gobierno Nacional tiene como respuesta la “brillante” iniciativa de demoler el edificio donde suscitó este caso que enluta al Ecuador. Tal cual como la iniciativa de consulta popular propuesta por el presidente Lasso que resulta una tomadura de pelo a todo un país que espera respuestas y acciones claras y no cortinas de humo.
Recordemos que: “La responsabilidad directa del Estado surge por acciones u omisiones llevadas a cabo por sus agentes: personas actuando investidos de poder estatal. Dicha responsabilidad directa se configura aún si el agente estatal cometió los hechos lesivos de modo ultra vires (principio jurídico que considera nulos los actos de las entidades públicas o privadas que rebasan el límite de la ley) o violando la normativa existente. Esto es para evitar que personas que ostentan poder público se valgan de su estatus para menoscabar derechos a través de actos que, en palabras de la CorteIDH, desbordan su competencia”.
Aquí no se trata únicamente de la depuración de la policía, se trata recomponer todo el sistema de justicia, de tener a gente capas manejando las diferentes carteras de Estado, se trata de tomar decisiones pensando en las mayorías y no en su grupo de amigos. Presidente Lasso ya es hora que dedique su tiempo a trabajar por el país, ya deje de pensar en Rafael Correa, por tanta mediocridad mire como terminó su antecesor Lenin Moreno con el cual cogobernó.
Colegas asambleístas y ciudadanos que me escuchan. El caso de María Belén Bernal, claramente es un crimen de Estado por el cual su Gobierno tiene la responsabilidad histórica de responder.
Ingeniera Civil
Especialización en Economía y Administración Agrícola
Especialización en el Eje de Desarrollo Local con Énfasis en la Gestión de Recursos Naturales
Máster en Estructuras (egresada)
Máster en Formulación, Evaluación y Gestión De Proyectos Sociales Y Productivos
