El proyecto de Ley de Bienestar Animal, propuesto por los asambleístas Elina Narváez y Esteban Torres, fue puesto en conocimiento de la Comisión de Biodiversidad. Esta propuesta tiene como propósito regular la interacción entre el ser humano y animales, reconociendo a estos como sujetos de derechos y considerando los preceptos de la ciencia y la ancestralidad, preservando la producción, seguridad alimentaria, ambiente, empleo y actividades interrelacionadas.
El proyecto resalta la necesidad de que la ley en materia de animales, no incurra en antinomías jurídicas entre las normas vigentes y los entes rectores de la política ambiental, agroproductiva y productiva. La propuesta busca que haya interdependencia, a fin de reforzar la institucionalidad existente y que se pueda definir las competencias y atribuciones de cada ente público involucrado de manera eficiente.
El asambleísta Esteban Torres, como proponente del proyecto, explicó que esta normativa está enfocada en el bienestar de los animales y el respeto de sus derechos, pero sin equipararlos a los derechos de los seres humanos.
Precisó que cuando se habla de animales, más de 72% de la población los asocia con animales de compañía, desconociendo los animales que forman parte de nuestra cadena alimenticia, los animales silvestres, los de trabajo y hasta los que son considerados como plagas.
Aseguró que hay que buscar la integración con otros proyectos referentes al tema. Recomendó que si es posible se visite territorio, porque la percepción sobre el bienestar animal en las granjas productoras es diferente a la de las ciudades, donde suele existir una tendencia animalista, y lo importante es buscar un equilibrio entre estas posturas.
Washington Varela, presidente de la comisión, destacó la importancia del proyecto para garantizar que los procesos de faenamiento, trato y crianza de animales sea el adecuado. Agregó que “tener un buen proceso asegura una carne apta para el consumo”.
Por su parte, la legisladora Gissella Molina coincidió en señalar que el manejo del faenamiento de animales es indispensable. “Hay un asesinato a sangre viva, porque los animales no pasan por el respectivo proceso para que esas carnes puedan ser de consumo y utilidad”, mencionó e indicó que esta normativa puede generar una preocupación y malestar en el área pecuaria, porque muchos sectores no entienden a profundidad el tema y les resulta un asunto incomodo de tratar.
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