A propósito de que este 12 de junio se celebra el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, varios asambleístas expresaron su opinión en relación al respeto de los derechos de los niños y niñas.
La asambleísta Marisol Peñafiel, coordinadora del Grupo Parlamentario por los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes, subrayó que de las 40 formas de maltrato infantil que existen en el país, se han ido erradicando y se ha recuperado alrededor de medio millón de niños y niñas que trabajan en los basurales y dormían en las calles, a través de la reinserción bajo una política de inclusión.
Resaltó que en la legislación ecuatoriana los niños han sido prioridad; puso como ejemplo leyes que los benefician, tal el caso de la Ley de Educación Intercultural, que fue el principal reto, en donde el 95% de las niñas y niños del país en el período del 2010 al 2013 acceden a la escuela y terminan la primaria; el Código de Organización Territorial, en el cual se plantea a los gobiernos locales la inversión de presupuestos para crear espacios alternativos para la participación de niños, niñas y adolescentes.
Dijo que uno de cada 10 niños adolescentes, entre 5 y 14 años trabaja, cifra que se eleva al 13% en las niñas montubias, el 15% en los afrodescendientes y el 17% en los pueblos indígenas, al precisar que el reto fundamental es reducir estos índices, a través de un trabajo coordinado entre el Ejecutivo y el Legislativo.
Sostuvo que todavía el índice de desnutrición infantil existe con mayor énfasis en los sectores rurales y campesinos. Las niñas y los niños son utilizados en las tareas del campo y no como la ayuda en el hogar o el trabajo solidario y comunitario, sino como una obligación, y sin embargo de ello algunos cumplen su sueño de estudiar, agregó la legisladora.
Añadió que el embarazo de adolescentes es otra forma de maltrato que sufren las niñas y muchas de ellas producto de violación de los familiares cercanos y otras producto del salvajismo y de la degeneración humana. También se refirió a la Ley de Economía Popular y Solidaria en donde se crearon los pequeños emprendimientos para que los adolescentes tengan un trabajo decente con remuneración que garantice sus derechos.
Por su lado la asambleísta Blanca Argüello comentó que en el mundo, un gran número de niños están involucrados en trabajo doméstico remunerado y no en el hogar, de un tercero o empleador. Estos niños son particularmente vulnerables a la explotación dijo, al señalar que el trabajo que realizan a menudo está oculto a los ojos del público, ya que estos niños pueden estar aislados o trabajen muy lejos del hogar familiar. Las historias de abuso de niños involucrados en trabajo doméstico son muy comunes, agregó.
Vanessa Fajardo, indicó que es urgente realizar reformas legislativas que garanticen la eliminación del trabajo infantil. Los niños son el grupo social más vulnerable de todo el país, por la falta de recursos de sus familias que viven en entornos rurales muy pobres, remotos y sin oportunidades, con la esperanza de que, a cambio de los trabajos del niño en las tareas del hogar o fuera de él, puedan acceder a más oportunidades.
Precisó que según las últimas cifras del Censo de Población y Vivienda 2010 en Ecuador se encuentran, en condición de trabajo infantil, 82.522 niños y 171.053 adolescentes, que corresponden al 3% y al 19% respectivamente. Estas cifras son mayores en los segmentos más pobres, ubicados en 4% y 29% para niños y adolescentes, agregó.
Agustín Delgado hizo un llamado a respetar el derecho de todos los niños, a protegerlos del trabajo infantil y de otras violaciones de sus derechos fundamentales.
La incidencia del trabajo infantil en el Ecuador de acuerdo a los datos del INEC se ha reducido del 17% al 5.8%. Esto quiere decir que hay una reducción de cerca de 11 puntos porcentuales, lo que significa que cerca de 450 mil niños, niñas y adolescentes han dejado de trabajar en el Ecuador”, dijo el asambleísta Carlos Bergmann al destacar que uno de los ámbitos en que se ha erradicado técnicamente el trabajo infantil es en basurales, aspecto que se lo ha hecho de forma constante y revolucionaria en este gobierno.
Los asambleístas Richard Farfán y Mauricio Proaño advirtieron que el trabajo infantil constituye una violación fundamental de los derechos humanos.
RSA/pv