La Comisión de Asuntos Políticos, Municipales e Integración del Parlamento Latinoamericano, "en vista de las nuevas amenazas expresadas por autoridades de Estados Unidos contra Ecuador y con base en las resoluciones de la ONU, expresa su total solidaridad y el rechazo al intento de violar y romper el derecho a la libre determinación de los pueblos y el derecho de asilo".
Esta resolución la tomó en el marco de la reunión que mantuvo la Comisión en la República de El Salvador y en la que participó en representación del Ecuador el asambleísta Octavio Villacreses.
El legislador destacó que la decisión se adoptó por unanimidad de los presentes, con el voto de representantes de países como Paraguay, Aruba, Chile, Venezuela, Ecuador, Costa Rica, Argentina, México.
Afirmó que es un logro para Latinoamérica y se puede decir al mundo, estamos unidos por las amenazas que ha recibido Ecuador en cuanto a su pronunciamiento de retirar las preferencias arancelarias y a las presiones por la decisión de analizar la solicitud de asilo del señor Edward Snowden.
Comunicación y democracia
Asimismo informó que la comisión resolvió reafirmar su compromiso con el debate plural e interdisciplinario sobre el rol de los medios de comunicación y la democracia y concebir a la información y a la comunicación como un derecho humano fundamental, como un atributo necesario e ineludible para una ciudadanía plena en el marco de democracias profundas y participativas y que, en consecuencia, la información no puede estar sujeta exclusivamente a las reglas del mercado y de los propietarios.
También decidió afirmar que la concentración de medios y los monopolios informativos son incompatibles con la construcción de ciudadanía y un riesgo para la convivencia democrática; entender que la ciudadanía y los medios de comunicación deben gozar de la más absoluta libertad de expresión que ineludiblemente conlleva responsabilidades ulteriores, para garantizar el derecho social a la información.
La comisión resolvió, además, manifestar su más profundo compromiso con una comunicación sin persecución, libre y rigurosa pero a la vez comprometida con la democracia y respetuosa de los derechos humanos, de la intimidad y el honor, de la niñez, de la adolescencia, de las mujeres, de las minorías, de los pueblos originarios de América Latina y el Caribe, de las víctimas de una tragedia y de todos los sectores vulnerables; expresar su beneplácito con los países y pueblos que han impulsado la creación de medios públicos y comunitarios y han debatido profunda y democráticamente el riesgo que significa la concentración de medios en América Latina y el Caribe.
Por último, declarar su complacencia con todas las políticas públicas tendientes a garantizar el acceso universal y gratuito a la información, a los espectáculos y eventos de interés público, a la regulación de las nuevas tecnologías y al fortalecimiento de la industrias culturales y audiovisuales nacionales, regionales y locales que ofrecen miradas plurales sobre la realidad y alimentan la autoestima e identidad de los pueblos de América Latina y el Caribe.
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