En el marco del análisis del proyecto de Ley Orgánica de Preservación y Prevención de Impacto de Olas Rompientes en el Litoral Ecuatoriano, la Comisión de Biodiversidad y Recursos Renovables recibió las comparecencias de William Jaén, máster en Costas y Puertos; y José Barba, síndico de la comuna Ayampe, como actores de la sociedad civil quienes presentaron criterios técnicos y comunitarios relacionados con la protección de los ecosistemas costeros.
En su intervención, William Jaén subrayó que esta iniciativa es fundamental para proteger la integridad de las olas y rompientes, no solo como parte de la biodiversidad costera, sino también como motores del desarrollo económico y turístico de múltiples comunidades del litoral. Advirtió sobre la fragilidad de la morfología costera y el riesgo que implican las construcciones mal planificadas, como lo ocurrido en Crucita, donde una obra inadecuada ocasionó severos procesos de erosión.
Indicó que actualmente más del 75% de las playas donde se practican deportes como surf, kitesurf y windsurf se ubican en zonas urbanas o en expansión, lo que las hace especialmente vulnerables. En ese sentido, llamó a que toda intervención costera esté respaldada por análisis técnicos, ambientales y sociales rigurosos para garantizar un desarrollo verdaderamente sostenible.
“No estamos en contra del progreso, sino a favor de un modelo costero que respete la naturaleza, potencie el turismo deportivo y proteja los medios de vida de nuestras comunidades”, manifestó.
Por su parte, José Barba agradeció a la Comisión por permitir la participación de las comunidades en este proceso legislativo, destacando el compromiso de Ayampe como un modelo de desarrollo sostenible. Señaló que su comunidad ha sido reconocida con la categoría Plata por el Ministerio de Turismo y trabaja para alcanzar la categoría Oro, como parte de su visión de sustentabilidad.
Además, alertó sobre los impactos negativos que implican las extracciones de arena y obras mal ubicadas en zonas frágiles, las cuales pueden afectar el equilibrio ecológico, el turismo, la economía local y el abastecimiento de agua potable para más de 40.000 personas. En este sentido, respaldó la aprobación de leyes que garanticen la protección de estos ecosistemas. “El desarrollo sin planificación puede destruir en pocos años lo que comunidades enteras han construido durante décadas”, enfatizó.
La mesa legislativa continuará recibiendo insumos técnicos y sociales de diversos actores con el objetivo de enriquecer el debate y consolidar una normativa que garantice la conservación de los ecosistemas costeros, el desarrollo sostenible y la protección de los derechos de las comunidades del litoral ecuatoriano.
MEV
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