Asambleístas de diversas bancadas destacaron que la Comisión de Biodiversidad, en su informe garantiza la vida, integridad física y cultural de los pueblos en aislamiento y la no explotación en la zona intangible Tagaeri y Taromenane.
Por su parte la asambleísta Lourdes Tibán, señaló que las tierras ancestrales son intocables, a la vez que anunció que recogerán las firmas para viabilizar la consulta popular sobre la intervención en los bloques 31 y 43.
Miguel Carvajal, presidente de la Comisión Soberanía Alimentaria, al recordar que la Constitución de Montecristi incorporó temas estratégicos como biodiversidad y agua, indicó que la iniciativa era dejar el petróleo bajo tierra, a la vez que señaló que antes el tema petrolero jamás se debatía, simplemente se imponía las decisiones.
Indicó que lo sustantivo del documento es la preocupación de la Asamblea por los pueblos en aislamiento, por lo que se reitera la intangibilidad de las zonas Tagaeri y Taromenani y el compromiso que se ponga en práctica las medidas cautelares y que es fundamental generar los recursos para mejorar la lucha contra la pobreza y acelerar los cambios de la matriz productiva.
Angel Vilema destacó que los recursos de la explotación servirán para la sociedad del conocimiento, al señalar que la Asamblea da señales claras al Ecuador y al mundo en el sentido que vamos a explotar sí, pero de manera responsable y con respeto a la naturaleza, a los pueblos y nacionalidades.
“No podemos vivir en la riqueza y los pueblos morir de pobreza, esa no es la solución, la solución es tener un gobierno que pueda asumir su responsabilidad de explotar, pero con un desarrollo social”, dijo.
Añadió que es un muy probable que el gobierno no reciba los recursos del Yasuní ITT, pero es la huella que se dejará a las nuevas generaciones el presupuesto para su desarrollo y, de este modo, tener patria para siempre., aseguró.
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