La Comisión del Derecho a la Salud recibió nuevos aportes de especialistas al Proyecto de Ley Reformatoria de la Ley de Prevención, Protección y Atención Integral de las Personas que padecen Diabetes y al Proyecto de Ley de Prevención de la Obesidad en la Población, que fueron unificados para su tratamiento en segundo debate. El propósito, coincidieron, es reducir la incidencia de la diabetes en el Ecuador.
La doctora Ana Sánchez, psicóloga clínica especialista en diabetes, directora de la Casa de la Diabetes (Fundación Los Fresnos) y directora de Educación en la Federación Internacional de Diabetes, explicó el proceso de construcción del proyecto, iniciado en 2021 en la ciudad de Cuenca, con la participación de diferentes actores del ámbito de la salud, representantes ministeriales, farmacéuticas, sociedad civil y pacientes. Señaló que se trata de un trabajo integral, consolidado con base en las necesidades reales de las personas con diabetes.
Sánchez destacó la necesidad de una atención integral con diagnóstico oportuno, ya que, según datos recopilados, el 5,5 % de los ecuatorianos tiene diabetes diagnosticada y un 5,53 % la padece sin saberlo. En total, el 11,3 % de la población vive con esta enfermedad, algunas personas bajo tratamiento y otras sin acceso a él. Estas últimas, advirtió, son las que más colapsan el sistema de salud y generan altos costos para el Estado.
Propuso incluir de manera integral a la academia, capacitar a más profesionales en temas de diabetes, disponer de espacios adecuados para que los pacientes conozcan su enfermedad y fomentar acciones conjuntas en beneficio de este grupo poblacional.
Por su parte, Patricia Calero Acosta, diabetóloga, presidenta de FEDIABETES y miembro de la Asociación Latinoamericana de Diabetes, subrayó que no se trata de crear una ley nueva, sino de reformar, actualizar, modernizar, reglamentar y poner en práctica la norma existente desde 2004.
“Más allá de tener una ley, necesitamos que sea una política estatal permanente”, afirmó. Explicó que la diabetes es una plurienfermedad que abarca múltiples circunstancias y que tiene implicaciones desde el nacimiento hasta el final de la vida. Señaló que afecta a todos los órganos del cuerpo, y que, si se controla adecuadamente, es posible llevar una vida saludable y plena, mientras que un mal control la convierte en una tortura no solo para el paciente, sino también para su entorno familiar, laboral y social, además de representar una alta carga económica.
Calero enfatizó que la clave para reducir la incidencia de la diabetes en el Ecuador es la educación. “Necesitamos educadores en salud y médicos formados en ejercicio y deporte, porque la diabetes involucra todo: prevención, buena alimentación y actividad física”, advirtió.
En tanto, Paulo Gárate, síndico del Colegio de Médicos, docente universitario y procurador de la Alianza Nacional por la Salud, señaló que han pasado 20 años desde la aprobación de la ley sin que se haya emitido su reglamento, lo que evidencia abandono y ausencia de recolección de datos estadísticos. A su juicio, la reforma debe garantizar atención a los pacientes con la intervención de ministerios como los de Trabajo y Deportes, e involucrar también a empleadores del sector privado.
Propuso que, a través de una planificación nacional de diabetología y con la coordinación de los ministerios de Salud, Trabajo y Educación, se aborde esta problemática que afecta a toda la sociedad y a las familias ecuatorianas, trabajando de forma conjunta en un reglamento que establezca especificidades en el tratamiento de la diabetes.
El presidente de la Comisión, Juan José Reyes, agradeció las observaciones recibidas, que serán revisadas por el equipo técnico para elaborar un mejor marco jurídico. Sin más puntos a tratar, dio por concluida la sesión.
RSA
