En el marco de las actividades por el Día Internacional de la Mujer Afrodescendiente, la Asamblea Nacional reconoció su aporte a la historia, la construcción de la nación, la preservación de la cultura y la defensa del derecho a vivir con dignidad.
El acto, liderado por la asambleísta Paola Cabezas, contó con la presencia de Gina Ochoa, representante en Ecuador de la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos (OEA); Irma Bautista, coordinadora nacional de la Confederación Nacional de Organizaciones de Mujeres Negras (Conamune) así como de asambleístas y representantes de organizaciones sociales.
En sus palabras de bienvenida, el asambleísta Fricson George subrayó que esta es una fecha especial que recuerda la importancia de reconocer las raíces y rendir homenaje al trabajo y la resiliencia del pueblo afroecuatoriano.
Por su parte, la legisladora Paola Cabezas resaltó que el Día Internacional de la Mujer Afrodescendiente es una ocasión para honrar a las ancestras, visibilizar la resistencia histórica de las mujeres afroecuatorianas y reafirmar una agenda de lucha colectiva.
Enfatizó que, desde la Asamblea Nacional, se entregan acuerdos legislativos que recogen demandas históricas en educación, salud, participación política y políticas contra el racismo, con enfoque étnico-racial y de género.
“Ser mujer afroecuatoriana significa enfrentar múltiples exclusiones —en educación, empleo, justicia y representación política—, pero también implica resaltar la fortaleza y el poder construidos desde la adversidad”, señaló Cabezas.
Subrayó que los acuerdos presentados no son favores, sino derechos exigidos; no están dirigidos a un grupo reducido, sino que representan un compromiso nacional. El objetivo —dijo— es construir un Ecuador en el que las niñas afro puedan reconocerse en espacios de liderazgo y dignidad, y donde la diversidad sea valorada como una riqueza.
Paola Cabezas concluyó su intervención con un llamado a transformar estos acuerdos en leyes y acciones concretas, y con la certeza de que las mujeres afrodescendientes seguirán de pie, organizadas y siendo protagonistas de la democracia.
En el evento se entregaron reconocimientos a trece mujeres afrodescendientes —abogadas, maestras, promotoras culturales y activistas sociales— por su destacada trayectoria y valiosa contribución a la defensa de los derechos del pueblo afroecuatoriano, así como al fortalecimiento de la participación y organización de las mujeres en el país.
Posteriormente, Iza Cristina de Aguiar (Mama Yama), nacida en Río de Janeiro (Brasil), realizó un recorrido por el legado de las ancestras y subrayó que las políticas públicas no llegan de manera adecuada a este grupo poblacional, pese a su aporte en la construcción del continente. Destacó además la necesidad de crear redes de desarrollo que impulsen el crecimiento de los pueblos afrodescendientes.
El acto, que congregó a alrededor de un centenar de mujeres afroecuatorianas, participaron representantes de diversas organizaciones, entre ellas: Fundación Azúcar; Fundación Karisma; Mesa de Etnoeducación de Esmeraldas y Guayaquil; Casa Ochún; Colectivo Antirracista El Cambio EC; Asociación Formal Revolucionaria de Mujeres Activas Afroecuatorianas (Aformacte); Organización Las Kilomberas; Addis Abeba; Asociación de Mujeres Afrodescendientes Aminta Quiñónez; Conamune Nacional; Asociación de Mujeres Afroecuatorianas de Los Ríos; y la Red de Mujeres Negras de Imbabura y Carchi.
RSA