El Pleno de la Asamblea Nacional conoció el informe del Comité de Ética y debatió la denuncia presentada por la legisladora Mishel Mancheno contra la asambleísta Nuria Butiñá, acusada de exigir aportes indebidos a un exasesor.
Butiñá defendió su inocencia, alegando que la denuncia es una represalia de un excolaborador desvinculado por incumplimiento de funciones. En contraste, Mancheno aseguró que las pruebas son claras y verificables: audios, chats y transferencias bancarias que evidencian la creación de un fondo paralelo con sueldos de asesores, práctica que calificó como corrupción.
Durante el debate, varios legisladores rechazaron la normalización de estas conductas y recordaron que tales actos dañan la imagen de la Asamblea. El Comité de Ética defendió su informe y sostuvo que las evidencias demuestran instrucciones directas para exigir aportes y canalizar pagos. Otros legisladores, sin embargo, calificaron el proceso como político y pidieron revisar más pruebas.
La votación alcanzó 81 votos, insuficientes para la destitución que requiere 101. Así, la legisladora se mantiene en funciones pese a las denuncias y pruebas expuestas.
En la sesión, el presidente Niels Olsen destacó también la recaptura de alias “Fede”.
RSA