En la sesión 221, la Comisión de Justicia y Estructura del Estado recibió a la asambleísta Soledad Buendía, Alexis Mera, secretario Jurídico de la Presidencia de la República y Pedro Bermeo, del Colectivo Loba, a fin de conocer sus argumentos sobre el proyecto de reformas al Libro II del Código Civil en materia de protección animal.
Además, mediante videoconferencia desde España, Anna Mulá, del Colegio de Abogados de Barcelona, sección de derechos de animales, mencionó la trascendencia de que Ecuador haya reconocido en su Constitución a la naturaleza como sujeto de derechos y que ahora se sume a la corriente mundial para proteger a los animales.
Soledad Buendía expresó que su propuesta de reforma al Código Civil busca determinar que los animales no son cosas, sino organismos dotados de sensibilidad física y psíquica, que tienen derecho a una alimentación apropiada, cuidados sanitarios, no ser objeto de maltratos y una manutención en condiciones ambientales y espaciales adecuadas, de acuerdo con su naturaleza específica.
Indicó que Cataluña dictó en 1988 la primera ley de protección animal, que ha sido ejemplo para otras comunidades autónomas, modificada en 2013, considerándoles como organismos dotados de sensibilidad, luego reformó esa condición jurídica en su Código Civil en el 2006.
En Latinoamérica varios países han avanzado en este aspecto, por tanto, no es un tema novedoso ni extraño, dijo, al precisar que en el 2011 Nicaragua promulgó la normativa de protección de animales silvestres y domésticos, estableciendo que son sujetos de derechos y no simples cosas y que, en igual forma, Costa Rica, en 1994, aprobó la ley de bienestar animal que fomenta desde la familia y las instituciones educativas el respeto a dichos seres.
Entre tanto, Alexis Mera manifestó que conceptualmente están de acuerdo con la iniciativa, que despierta mayor preocupación del Estado para evitar cualquier maltrato, especialmente mutaciones en animales (cortes de orejas y colas, por ejemplo, para que los perros se vean más bonitos), regular el comercio indiscriminado e ilegal, etc.
Al reconocer que los animales no son cosas, sugirió fijar los límites de protección de los domésticos, la propiedad de éstos, la titularidad sobre los mismos por parte de personas naturales y jurídicas, definir la situación de los animales salvajes, entre otros aspectos, que deben ser materia de un diálogo nacional jurídico con la academia.
Por último, el asambleísta Mauro Andino, presidente de la Comisión de Justicia, habló de la necesidad de comparar las legislaciones de los países y que la temática podría ser un insumo para el nuevo Código Ambiental, que tramita la mesa de Biodiversidad, donde incluso está la propuesta denominada Loba.
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