Durante el primer debate del proyecto de reformas a la Ley Orgánica de Economía Popular y Solidaria, en el Pleno de la Asamblea Nacional, el asambleísta René Caza, con su vasta experiencia y conocimiento, habló de la conceptualización de la economía popular y solidaria.
Enfatizó que esta economía es un modelo alternativo, que se fundamenta en una nueva forma de producir, de consumir y distribuir bajo los principios de solidaridad y cooperación, privilegiando la satisfacción de las necesidades materiales e inmateriales individuales y colectivas de la comunidad.
Señaló, además, que se trata de un sistema prestusuario de emprendimientos autogestionarios basados en el trabajo asociado de varias personas que son al mismo tiempo propietarios, trabajadores, gestores de la empresa y beneficiarios plenos de los resultados.
Estas organizaciones se caracterizan por la primacía del trabajo sobre el capital, la propiedad social de los medios de producción, la gestión democrática, con lógicas distintas a la competencia, la utilidad, el lucro o la ganancia que rigen en el libre mercado capitalista, explicó.
La Constitución del 2008, hito de inflexión en el cambio de la relación de poderes de nuestro país, reconoció por primera vez a la economía popular y solidaria como un cuarto sector dentro del sistema económico que rige el país, resaltó el asambleísta René Caza.
Propuso también que dentro del cuerpo legal se precise claramente qué es economía solidaria y economía popular, se reconozcan las diferencias existentes entre ellas y promuevan la economía del trabajo asociativo, con la finalidad de promover la realización de grandes proyectos, dejando de lado el criterio que la economía solidaria es una economía de pobres para pobres.
