En lo fundamental, el proyecto de Ley de Parto Humanizado devuelve otra vez el rol protagonista a la mujer, para hacer del nacimiento de su hijo un momento de la familia, que la madre tenga contacto con su bebé el momento en el que nazca, que tenga intimidad; se procura humanizar ambientes, dijo Suzanne Jacob, directora del Centro Latinoamericano de Perinatologia, Salud de la Mujer y Reproductiva, de la Organización Mundial de la Salud. La iniciativa legal la presentó la presidenta de la Asamblea, Gabriela Rivadeneira.
La experta, explicó que el parto humanizado es un concepto que se viene trabajando hace unas tres décadas, buscando mejorar la calidad de la atención a la madre y al recién nacido. “Parece un poco contradictorio hablar de parto humanizado porque estamos hablando de parto de humanos, pero en los últimos 50 años las intervenciones sobre el momento del nacimiento se tornaron muy verticalizadas y muchas veces innecesarias”, sostuvo.
Sin embargo, aclaró que no es correcto decir que la cesárea en general es una violencia obstétrica. Este procedimiento ha salvado muchas vidas. Lo que sí se podría convertir en una violencia es la cesárea innecesaria. Hoy sabemos que el alto índice corresponde a muchas de ese tipo de cirugías, contó.
Suzanne Jacob, informó que a nivel regional el porcentaje de cesáreas está entre el 30 y 40% y que hay países, como Brasil, con más del 50% y otros, como Colombia, con un porcentaje parecido, mientras que en Ecuador la cifra se acerca al 40%. “Eso es muy preocupante. El concepto de parto humanizado busca establecer un procedimiento donde la protagonista sea la mujer, su familia, su pareja y se da sin intervenciones, apenas con una vigilancia activa cualificada, que puede ser una enfermera, partera, médico, obstetra, ginecólogo. El parto es de la mujer”, reiteró.
Agregó que se conoce que muchas de las intervenciones quirúrgicas son, de alguna manera, una falta de respeto, hay el uso de enemas, sueros, contención de madres en las camas porque no pueden movilizarse, cuando debe ser un proceso fisiológico donde la mujer sea protagonista, que pueda bañarse, caminar, comer.
Así mismo, expuso que hay más muertes por cesárea, que por parto natural, porque la primera implica una cirugía, que debe usar anestesias, que tiene más probabilidad de infecciones y más hemorragias. En tanto, la casuística por cesaría de repetición conlleva riesgos de acretismo placentario, hemorragia, más muerte y más alteraciones de anemia, aseguró.
La experta también se refirió al Foro que realizó la Asamblea Nacional sobre el proyecto de Ley de Parto Humanizado. Manifestó que ha sido muy importante porque se han planteado temas de discusión como el modelo de atención y el equipo de trabajo, que son necesarios repensarlos. Los hospitales no tienen los espacios adecuados para garantizar temas como privacidad, intimidad y la posibilidad de acoger un acompañante. Estos asuntos deben ser acogidos en la Ley, dijo.
“Es necesario ampliar la información sobre los modos de parto. Antes la cesárea era un drama, porque era un acontecimiento, algo que no se hacía. De alguna manera se cambió el imaginario sobre eso. Ahora se cree que la cesárea es más segura que el parto normal y no lo es. Hay que informar más y hay que discutir otra vez el modelo de atención que estamos dando, a quién pertenece el parto a la mujer o al médico”, cuestionó la doctora, graduada en la Universidad Federal de Pará-Brasil.
Por último, pidió a las mujeres que busquen información, que consideren que el momento de estar embarazadas es un momento importante en su vida, que tomen esa oportunidad para aprender sobre su cuerpo, la oportunidad de tener un parto con placer, de tener una vivencia que siempre será un recuerdo muy lindo y acercarse a profesionales que tengan esta dimensión humana, que comprendan que el nacimiento de los hijos es algo trascendental.
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