Y no se detiene la ayuda humanitaria para socorrer a la gente damnificada como consecuencia del fuerte sismo que se produjo el sábado. Tampoco se detienen las manos de quienes desde la Asamblea Nacional quieren asegurarse de facilitar la entrega, el traslado y la distribución de los productos que han donado la sociedad, parlamentarios y funcionarios legislativos. Dos camiones se despacharon hoy.
Unos inclinados, otros de pie, otros en movimiento, unos solos, otros en grupo acomodan los productos, según su contenido, en cartones grandes, pequeños y medianos. Las cintas de embalaje y los marcadores que señalan el tipo de artículos que lleva el empaque se mueven de un lado a otro. Las botellas de agua son cubiertas para evitar que se calienten con el fuerte sol que cae en la mañana. Curiosamente, después del terremoto dejó de llover en Quito, el clima cambió.
Esa es la tónica que se ha vivido en el Hall del Salón José Mejía Lequerica de la Asamblea, desde que su presidenta, Gabriela Rivadeneira, anunció algunas iniciativas para contribuir con la ayuda humanitaria. La propia presidenta, según le permita su agenda, recorre el lugar en el trascurso del día para seguir coordinando esta actividad. Su rostro luce afligido, pero sus energías inyectan de ánimo a los voluntarios para no parar. El tiempo es oro, la gente necesita de un vaso de agua, una galleta, un atún, comida para sobrevivir.
Con paso acelerado y movimientos ágiles al medio día de hoy se empiezan a cargar dos camiones que llevarán los productos, que serán coordinados a través del Ministerio de Inclusión Económica y Social. Un ciento de colchones ocupa gran parte de cajón del automotor. Entre las cosas que se suben también hay cocinas de gas, cobijas, medicinas, botas de caucho, implementos para el aseo personal y una gran variedad de alimentos no perecibles.
Luis Ushiña dice que no se cansa. Él está desde la primera jornada ayudando. “Siempre me ha gustado colaborar con estas causas” indica, tras comentar sobre la “buena iniciativa que ha tenido la presidenta Rivadeneira”. Dice que a diario se ha registrado un promedio de 60 personas, quienes colaboran con las actividades de recepción, clasificación y empaquetado de los productos.
“No tengo una buena capacidad para ver a personas fallecidas por eso prefiero ayudar desde acá”, explica Ushiña.
Mientras tanto, el trabajo sigue, la Asamblea continuará receptando estas donaciones e impulsado otras campañas como la de Ecuador: “Ayudatón por la Reconstrucción”, que se realizará mañana, 21 y el viernes 22 de abril, a través de La Radio y la TV Legislativa, a fin de recolectar materiales de construcción y ayudas económicas para reconstruir las viviendas. Esperamos que su solidaridad no se detenga, la gente nos sigue necesitando.
LM/pv