Esta mañana, en la Comisión de Régimen Económico y Tributario de la Asamblea Nacional, el viceministro de la Secretaría de Gestión de Riesgos, Felipe Bazán, hizo una compilación numérica de lo que dejó el terremoto en las costas de Ecuador. Lo hizo, frente a los asambleístas que analizan la Ley de Solidaridad y Corresponsabilidad que servirá para obtener recursos para la reconstrucción de Manabí y Esmeraldas.
Para el funcionario, el hecho que se haya registrado un sismo de 5.7 grados, seis minutos antes del terremoto de 7.8, fue una clave para que no exista un número aún mayor de pérdidas de vidas humanas, pues la gente ya estaba en la calle por el primer sismo.
Acciones inmediatas
El Comité de Operaciones de Emergencia (COE) se activó a las 19:30 después del sismo, con las ocho mesas de trabajo, además se instalaron estructuras de respuesta en los sitios donde había víctimas. Los reportes desde las zonas afectadas tuvieron fluidez para la toma de decisiones. El estado de excepción ayudó para mover a 10.000 militares y 4.000 policías a las zonas. Se adhirieron más de 600 bomberos, reseñó.
También se despacharon fuerzas de búsqueda y rescate que llegaron a pocas horas, lo que originó que el 90% de rescates lo hayan hecho rescatistas nacionales. 600 bomberos se movilizaron a las zonas afectadas y se sumaron 12 equipos internacionales de rescate, agregó.
Bazán destacó la presencia del Estado para que de manera inmediata se actúe en los sitios afectados para atender a la población en una primera fase, que fue la ayuda humanitaria. Hoy trabajan en una segunda fase que es es la remoción de escombros.
Existe motivación para reactivar la economía. El apoyo internacional no se hizo esperar, cerca de 50 países entregaron ayuda a Ecuador y hace horas llegaron cuatro aviones desde China con ayuda humanitaria. Una vez que los países notifican la ayuda, se los deriva a los diferentes aeropuertos, informó. También recalcó que la capacidad de los aeropuertos nunca se vio desbordada.
Hasta el momento se registran 946 réplicas del sismo del 16 de abril, seis fueron mayores a seis grados. Las cifras hablan de 656 fallecidos, 450 desaparecidos, 4.605 heridos, 113 rescatados con vida, 281 escuelas con daños, 219.301 personas afectadas, lo que representa 43.500 familias. Son 25 los cantones que tienen afectaciones en Manabí y Esmeraldas. “Lo primero es reactivar la economía, que los pescadores vuelvan a pescar, que los tenderos reabran sus tiendas, que empiece a circular dinero en las zonas. La reconstrucción de Manabí tomará por lo menos tres años y los recursos derivados de la Ley de Solidaridad y Corresponsabilidad servirán para hacerlo”, concluyó Bazán.
MC/pv