Si por austeridad entendemos evitar los excesos, siempre será buena. Pero si inclusive es renunciar a lo necesario, como hoy debemos hacerlo, deprime la economía y posterga atención de necesidades urgentes, pero lamentablemente, en las actuales circunstancias, es ineludible”, expresó el presidente Rafael Correa en su rendición de cuentas.
Aseguró que la austeridad es la mejor asignación de los recursos y que evitar el despilfarro ha sido un esfuerzo continuo de su gobierno, pero obviamente con 169 mil millones de dólares utilizados, siempre se puede cometer errores. Informó que este último año estará encaminado a administrar la crisis del terremoto más los problemas económicos que ya se venían arrastrando y ofreció llevar la barca de la Patria a buen puerto, sin los paquetazos, congelamientos, ni saqueos de antaño.
Subrayó que el desafío en estos momentos es convertir los activos en liquidez, para lo cual se venderán las empresas propiedad del Estado tales como el Banco del Pacífico, y continúan a la venta los medios incautados. También tratarán de vender al menos una gran hidroeléctrica, específicamente Sopladora, que es un activo y no una empresa, cuya venta está permitida por la Constitución, acciones que ya están siendo trabajadas por los equipos técnicos correspondientes.
El mandatario informó que por las dificultades económicas han tenido que suspender importantes programas y proyectos, desde la ampliación del tramo de la Panamericana Colibrí-Tambillo, hasta los 23 puertos pesqueros que faltan por hacer, o el programa de espacios verdes en varias ciudades, reubicando adecuadamente bases militares, lo que quedará debidamente registrado, planificado e informado al próximo gobierno.
Manifestó que a lo largo de estos años se ha reducido las entidades del gobierno central en un tercio. Desde enero de 2015, eliminado 14 entidades públicas, y transformado 12, creándose tan solo 5, como el Ministerio de Minas y que en los próximos días procederán a eliminar 6 instituciones más. Solo los ministerios con más de mil servidores podrán tener dos viceministerios, con lo cual se eliminarán 12 viceministerios.
Igualmente, anunció que se procederá a la liquidación, fusión y apertura a alianzas público privadas en empresas públicas y se venderán o abrirán al capital privado empresas públicas como Tame, Cementera del Ecuador y Fabrec.
Puntualizó que en la actualidad el sueldo del Presidente del Ecuador es de aproximadamente 17 salarios básicos, el tercero más bajo de Sudamérica, después de nueve años de gobierno es apenas el 64% de lo que ganaban mis antecesores, y menos de la mitad de lo que se hacía pagar con dinero del pueblo ecuatoriano un pícaro rector universitario convertido en dirigente opositor.
Se eliminaron todos los lujos que había en la residencia presidencial, desde jacuzzi en el cuarto principal, hasta la lujosa vajilla francesa Limonge, con bordes y escudo de oro, la cual hoy está en exhibición, y en su reemplazo tenemos vajillas cuencanas artesanales.
Dijo que solo el puesto de primera dama significaba presupuesto mensual para vestimenta, viáticos diarios cuando salía de la ciudad y una oficina permanente con varios asistentes. Todo aquello ha sido eliminado y que por primera vez en la historia todos los regalos recibidos como Jefe de Estado quedan en exhibición y propiedad del pueblo ecuatoriano, regalos que de acuerdo con los peritos valuadores suman cerca de 1´700.000 dólares. Se han eliminado también los edecanes presidenciales, valiosos oficiales que son mucho más útiles a la Patria en labores inherentes a sus funciones, añadió.
Indicó que los de siempre llaman derroche a los 30.500 millones de dólares gastados en educación, para que los niños tengan escuelas decentes, libros, uniformes. Para que los profesores tengan sueldos dignos. Llaman derroche, a los 82 millones para los enfermos renales, para que no se nos mueran por no tener 1.138 dólares mensuales para hemodiálisis, puntualizó.
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