La Comisión de Biodiversidad y Recursos Naturales continuó hoy el proceso de socialización del proyecto de Código Orgánico del Ambiente. Esta mañana representantes de diversos sectores sociales dieron sus aportes. Ellos resaltaron la importancia que Ecuador tenga una normativa actualizada que permita garantizar los derechos de las personas vinculadas con la naturaleza y el medio ambiente.
El presidente de la Comisión de Biodiversidad, Carlos Viteri Gualinga al indicar que es la cuarta semana que se receptan observaciones al proyecto, precisó que este código permitirá un salto cultural para tener una mejor relación entre la naturaleza y el medio ambiente, que son espacios donde se genera la vida.
Hoy escucharon a María de Lourdes Torres, especialista en bioseguridad y recursos genéticos de la Universidad San Francisco de Quito; María Amparo Albán, directora de la firma de servicios de asesoría, consultoría y desarrollo de capacidades en materia de derecho ambiental; Wail Collen, magíster en gestión ambiental; David Suárez, coordinador del proyecto de Agrobiodiversidad de la FAO y a Víctor Utreras, máster en socioecosistemas.
Recursos genéticos y bioseguridad
María de Lourdes Torres propuso que la Autoridad Ambiental Nacional se encargue de definir los lineamientos y criterios para el acceso, conservación, manejo, uso sustentable y la distribución justa y equitativa de los beneficios provenientes de la biodiversidad, recursos genéticos, sus componentes y derivados en coordinación con la Autoridad de Ciencia, Tecnología, Innovación y Saberes Ancestrales.
En materia de recursos genéticos y bioseguridad dijo que los dos temas son de vital importancia para los recursos sostenibles de la biodiversidad, pero planteó que se defina con claridad lo que significa bioseguridad para garantizar la adecuada protección del ambiente, salud y seguridad de la población y salvaguarda del ambiente, facilitando el desarrollo de actividades vinculadas a la biotecnología.
Definir competencias
Entre tanto, Amparo Albán señaló la necesidad de definir los roles y competencias de la Agencia de Regulación y Control y el Ministerio del Ambiente y a la par crear un este especializado que permita la verdadera justicia ambiental. Por tanto, dijo, debería existir una sala especializada en el Tribunal Contencioso Administrativo donde se sustancien los temas ambientales. En el artículo 1 del proyecto sugirió agregar la sostenibilidad del desarrollo, a fin de garantizar el desarrollo sostenible de la naturaleza y no se lo vea como algo técnico, social o político.
Economía ambiental
Wain Collen, especialista en desarrollo ambiental, señaló que el código no tiene un tema sobre la economía ambiental y que tampoco identifica herramientas para comparar económicamente alternativas, por ejemplo costo beneficio - social, ambiental y económico de cuidar una laguna. La economía ambiental ofrece herramientas para tomar mejores decisiones sobre el medio ambiente, dijo.
Cambio de paradigma
Víctor Utreras, máster en socioecosistemas, indicó que la biodiversidad es la base del mantenimiento de un flujo variado de servicios de los ecosistemas que determinan el bienestar humano. A pesar de la importancia de conservar la biodiversidad, su degradación continúa a escala global; su pérdida incide directa o indirectamente en el bienestar humano, ya que compromete el funcionamiento de los ecosistemas y su capacidad de generar servicios esenciales para la sociedad. Hace falta un cambio de paradigma en la conservación de la biodiversidad, ya que del buen funcionamiento de los ecosistemas depende el futuro social, cultural y económico de su población, enfatizó.
Cambio climático
David Suárez comentó que los desastres no son naturales sino producto del cambio climático. La mayoría de los efectos del cambio climático persistirán por varios siglos aún si las emisiones del CO2 se detienen, por ello, incluir este tema en el código es interesante, sostuvo.
Hay que ver el cambio climático de manera transversal en el Código de Ambiente. No se sanciona el aumento de gases de efecto invernadero o el aumento de vulnerabilidad de los riesgos del cambio climático a la población, por ejemplo talar el bosque o permitir la construcción en zonas de pendientes, finalizó.
JLVN/pv
