Escuchan, dan sus opiniones, piden la palabra e intervienen en el debate. Son los asambleístas por un día, una modalidad de la Asamblea Nacional que tiene por objetivo dejar que los jóvenes se formen una mejor idea de cómo se legisla y que vivan la experiencia de hacer política desde el lugar en donde se debaten las leyes para el país.
Melani Gómez tiene 20 años y estudia en la Universidad de Los Hemisferios. Antes de llegar a la Asamblea solo había visto por televisión, en las noticias, lo que ocurría al interior del Legislativo. Hoy estuvo en la Comisión de Desarrollo Económico en el análisis del proyecto de reformas a la Ley Orgánica de Tránsito, Transporte Terrestre y Seguridad Vial. “Vivir de cerca la coyuntura política del país es una gran experiencia. Escuchar la forma en la que se plantean los problemas y las posibles soluciones te cambia el panorama por completo y te llevas una imagen diferente del trabajo que hacen en la Asamblea”, dice Melani.
Soledad Buendía, presidenta de la Comisión de Desarrollo Económico, asegura que esta es una experiencia enriquecedora tanto para los jóvenes como para los asambleístas. “Tenemos una Asamblea abierta, en donde la participación ciudadana es una norma de trabajo. Nosotros legislamos para los ciudadanos y eso es suficiente como para que las observaciones que ellos hagan sean la parte fundamental de nuestra labor”, explicó.
Parte del debate
Carlos Monge estudia en el Instituto Rumiñahui, tiene 21 años y mira a la política como una manera de servir a los demás. “Una política bien hecha, en donde se escuchen todos los criterios y se discutan temas para beneficio masivo es saludable y ese es uno de los méritos de quienes hacen política en el país en la actualidad, que nos pusieron a debatir temas cotidianos a todos”, explica.
Para los asambleístas tener a jóvenes en las comisiones se convirtió en una costumbre que consideran debe mantenerse en el tiempo, pues según explican, se trata de un espacio ciudadano que les ayuda a percibir mejor el sentir de las y los ecuatorianos. “Escuchar las opiniones de quienes legislan es abrumador, porque cuando lo miras en las noticias los medios solo pasan la parte que ellos quieren que se vea, pero el detrás de cámaras es impresionante”, dice Carlos.
MC/pv
