Con música, danza, alimentos y rituales, decenas de estudiantes, padres de familia y maestros de varias unidades de educación bilingüe de Quito se tomaron simbólicamente la Asamblea Nacional para celebrar el Inti Raymi o fiesta del sol, que se lo hace cada 21 de junio. La presidenta de la Legislatura, Gabriela Rivadeneira, se unió al festejo. También acudieron otros ciudadanos y turistas extranjeros.
Después de agradecer al sol, la cosecha y los granos secos, por medio de diferentes actividades, los participantes bailaron, al son de música andina; degustaron varios alimentos preparados por la comunidad educativa, como cuy asado, pescado frito, dulce de zambo, chochos, tostado, fritada, chicha, corviche, humitas, quimbolitos, mote, papas, habas, mellocos, choclos. También se exhibieron los alimentos que cultivan los estudiantes de estos centros con la tradición y conocimiento indígena.
Antes, Irma Gómez, representante de la Asamblea Nacional, agradeció que la ciudadanía esté presente en esta institución de puertas abiertas, les dio la bienvenida y explicó que la organización de esta fiesta se ha realizado con la cooperación de otras instituciones como los ministerios de Cultura y de Educación.
Por la cartera de Educación se presentó la subsecretaria Flor Marina Montalvo. Manifestó que esta fiesta es vida, porque es un agradecimiento por los alimentos recibidos de la madre tierra y que gracias al sol se dan buenas cosechas. Resaltó que es una celebración que nos une y que habla sobre la resistencia y lucha de nuestros pueblos indígenas. “Es necesario fortalecer estos espacios y en esa construcción debemos estar todos y todas. Este debería ser un día de feriado nacional. Esta fiesta estará viva mientras sigamos impulsando esta interculturalidad, esta fiesta de la vida”, agregó.
En cambio, la subsecretaria de Educación Intercultural Bilingüe, Margarita Arotingo, contó que son nueve zonas las que se han dado cita a la Asamblea. “El Inti Raymi nos permite el reencuentro de esta interculturalidad, esta fiesta que es un agradecimiento a la Pacha Mama (madre tierra) por permitirnos sembrar y al Inti Taita (padre sol) que nos da luz para tener buenas cosechas”, dijo.
Arotingo coincidió en que es muy importante que por medio de la participación de todos se fortalezca los saberes y conocimientos ancestrales y que se debe trabajar en minga para que la cultura andina no muera.
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