El 18 y 19 de octubre se realizará en Quito el Seminario Internacional “Economía del Cuidado y el Derecho a la Seguridad Social para las Personas que realizan Trabajo no Remunerado”, que tiene como propósito contribuir, desde el Estado, a la definición de políticas públicas sobre el tema y colocarlo en la agenda del debate nacional.La cita, que busca poner sobre la mesa el debate teórico y las experiencias nacionales e internacionales sobre este tema, es una iniciativa del Grupo Parlamentario por los Derechos de las Mujeres de la Asamblea Nacional, el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, el Ministerio Coordinador de Desarrollo Social, el Ministerio de Inclusión Económica y Social, la Comisión de Transición hacia el Consejo de Igualdad de Género, CEPAL, UNIFEM, UNFPA, Agora Democrática, Instituto Nacional de Estadísticas y Censos.
La asambleísta Paola Pabón resaltó que instrumentos internacionales como la Convención Internacional Contra todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer y el Programa de Acción sobre Población y Desarrollo reconocen la equidad laboral y enfatizan en las relaciones producción–reproducción, con el objeto de que se reconozca el aporte del trabajo de las mujeres, la necesidad de la corresponsabilidad de hombres y mujeres en las tareas reproductivas, así como las limitaciones que la vida reproductiva de las mujeres representa en sus posibilidades de acceso a los ámbitos de educación y trabajo.
En esta misma línea, la Plataforma de Acción Beijing y el Consenso de Quito han puesto como tema fundamental de debate y compromiso, además del reconocimiento y valoración del trabajo doméstico de las mujeres, el mejoramiento de la información y la eliminación de brechas, entre ellas las provenientes de la división sexual del trabajo, a través de políticas laborales, de protección social y cuidados.
El nuevo marco constitucional ecuatoriano abre las puertas para pensar en el sistema económico desde un enfoque más integrado. Incluye, además, algunos de los aspectos esenciales para promover la equidad de género: la consideración del trabajo doméstico como productivo, la retribución -vía seguridad social- a las personas que realizan trabajo doméstico no remunerado y la consideración del ámbito doméstico como parte de la economía, entre otros.
