Fausto creyó en una patria digna, justa, próspera, soberana: Rafael Correa

Martes, 01 de noviembre del 2016 - 12:38 Imprimir Elaborado por: Sala de prensa

En medio de centenares de personas que se dieron cita a la capilla ardiente que se instaló en el Salón del Pleno, Nela Martínez, luego de la misa de cuerpo presente, el presidente de la República, Rafael Correa destacó la lucha de un gran hombre revolucionario que buscó la justicia y la paz. En la lucha del pueblo, nadie se cansa, lo que no está permitido es desanimarse y Fausto es el ejemplo que nos inspira, resaltó.

Quédate con nosotros la aurora está llegando, la estamos construyendo juntos. En esta opción política siempre habrá lugar para la ayuda, el amor. Pero para lograr esa justicia y la defensa de los derechos se requiere un cambio en el poder político donde no manden unos cuantos sino que mande la mayoría, en función del bien común, de esa justicia, de esa Patria con dignidad para todos y todas, por las que luchó, vivió y posiblemente murió nuestro querido Fausto, enfatizó el mandatario.

Fausto era quiteño, de padre riobambeño y madre latacungueña. Nació en un hogar de origen humilde, con muchas carencias. Desde muy pequeño luchó para salir adelante. Cuando niño para pagar sus útiles escolares, ayudaba a su padre en la tarea de construcción y a su madre en un puesto que ella tenía en el mercado de Latacunga, donde vio como ella era explotada y maltratada cuando trabajaba como empleada doméstica. Probablemente ahí germinó en el alma de Fausto su espíritu de rechazo a una sociedad injusta y discriminatoria, pero también en él creció su amor por la gente pobre de la patria, su solidaridad con los más débiles. La búsqueda de la justicia no debe estar motivada por la revancha, el odio sino por el amor y un corazón grande para amar, pero también fuerte para luchar, agregó el Presidente de la República.

Subrayó que “por su calidad humana, su capacidad como legislador era dueño del afecto y respeto de sus compañeros e incluso el de muchos de sus adversarios políticos. Hermano era su palabra preferida para aquellos con quienes trataba; el Ecuador entero lo vio actuar en la Asamblea desde donde hoy lo despedimos, con su consecuencia revolucionaria.

Este duro golpe nos debe hacer reflexionar profundamente: poner en orden las prioridades; que la prematura partida de Fausto nos sirva para entender que es muchísimo más lo que nos une que lo que nos puede separar en un momento dado; es necesaria una férrea unidad para continuar este sueño compartido, el sueño de Fausto, el sueño de todos los que amamos nuestro patria; entre compañeros siempre podrá haber discusiones pero el cariño y los ideales compartidos deben superar cualquier desacuerdo, añadió.

El Jefe de Estado aseveró que “no hay que temer, es momento de tener fe y la mejor forma de homenajear a una persona es cumpliendo sus sueños, lo que él creyó, por lo que trabajo, vivió y por lo que murió; Fausto creyó en nuestra revolución como cree la inmensa mayoría de nuestro pueblo. Creyó en ese sueño posible de una patria digna, justa, próspera, soberana, repartida entre todas y todos”.

Todos cumpliremos tu sueño Fausto, por ti vamos a vencer. Compañero del alma, hasta la victoria siempre sentenció Rafael Correa al extender su sentido pésame a su madre, hermanos y expresar su solidaridad a sus amigos y compañeros asambleístas.

JLVN/pv

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