Una de las conclusiones a las que se llegó esta mañana, después de las tres intervenciones en comisión general, antes del primer debate del proyecto de Ley de Movilidad Humana, fue que una de las consecuencias del mundo globalizado es tener a millones de personas en movilidad humana, sin mayores garantías, en todos los países del mundo. Por ello, es que según quienes salieron de Ecuador y regresaron, esta normativa es un avance importante que sentará precedentes en el mundo para garantizar los derechos de quienes salen y entran al país.
La ley regula el ejercicio de derechos y otorga protección internacional. Esta es una normativa que se socializó desde agosto de 2015 y durante todo este tiempo se recabaron aportes de manera metódica, con el objetivo de buscar un proyecto que responda de la mejor manera posible a cada grupo de atención. “Vemos con esperanza la aprobación de esta ley, porque nos entregará una herramienta jurídica para hacer valer nuestros derechos”, dijo Carlos Tutibén, presidente de la Red Nacional de Migrantes Retornados.
Para Tutibén, hay un cambio drástico demostrado por Ecuador, cuando en la actualidad existen consulados de puertas abiertas que brindan asesoría a los ecuatorianos que viven en el exterior. Sin embargo, aseguró que es necesario trabajar para que cuando los ecuatorianos decidan volver a su país encuentren líneas de crédito y trabajo. “Son más de 300 mil compatriotas los que quieren volver, pero necesitan garantías de que cuando eso suceda van a poder cumplir sus objetivos de vida”, explicó.
Propuestas
Marco Guerrero, presidente de la Plataforma de Personas en Movilidad Humana, recordó la crisis bancaria de 1999 que obligó a miles de ecuatorianos a buscar nuevos rumbos. “Para quienes retornamos hoy es un día importante porque entramos en la etapa final de un proceso iniciado hace más de seis años. Todos buscamos garantizar un futuro para nuestros hijos. Sacrificamos nuestra formación universitaria, para aprender oficios artesanales, en la construcción, asistiendo al adulto mayor y dejamos mucho en el exterior”, dijo y pidió que en la ley que hoy se debate, exista una certificación de lo que aprendieron en el extranjero.
Además solicitó que las universidades trabajen con las organizaciones de migrantes en el país, para proyectos productivos y asociativos. Lo que buscan es participar en la distribución de la tierra y que exista una reinserción socioeconómica rápida.
Pero el tema traspasa las fronteras patrias, pues según explicó Jacques Ramírez, experto en migraciones, se trata de un punto vital en la agenda mundial y en la política exterior, por lo que cree que Ecuador se convierte en pionero al analizar dentro de una misma normativa la situación de los migrantes, inmigrantes, emigrantes, refugiados y apátridas, que por lo general en otros países se manejan de forma separada. “En Suramérica se trata de construir un enfoque diferente que vele por los derechos de las personas en movilidad”, finalizó.
MC/pv