El presidente de la Comisión del Derecho a la Salud, William Garzón, se reunió con representantes de la Asociación Nacional de Alimentos y Bebidas (Anfab), Cámara de Industrias y Producción (CIP); Asociación de Industrias de Bebidas no Alcohólicas del Ecuador (Aibe), quienes coincidieron que el Código de Salud debe armonizar la protección de la salud, el crecimiento de las industrias y la generación de empleo.
Nosotros como industria jamás nos vamos oponer a los objetivos nacionales de salud pública, dijo el presidente de Aibe, Felipe Ribadeneira. No obstante, cree que en el código existe una discriminación hacia los productos que elabora la industria nacional.
El director jurídico del CIP, Xavier Sisa, propuso que se vuelva a debatir el proyecto desde el inicio, a la vez que señaló que en las regulaciones al sector alimentos se han incluido disposiciones de “corte abierto”, con definiciones y conceptos que a su criterio carecen de sustento técnico como alimentos hiperprocesados o endulzantes.
El presidente ejecutivo de Anfab, Christian Wahli, sostuvo que es buena la idea de crear un código, pero cree que es exagerado entregar toda la regulación a un solo Ministerio, ya que abarca muchos temas como semillas, agroquímicos, aguas para los cultivos, medio ambiente y, además, el papel de la Autoridad Sanitaria.
Se mostró contrario que la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) regrese al Ministerio de Salud. Dijo que la misión de este organismo es garantizar la seguridad alimentaria con ese derecho y en esa misión trabajar todos con los especialistas del caso.
Mientras tanto, William Garzón reiteró la apertura para construir juntos el Código de Salud. Partir de cero es imposible, afirmó, pero que en la planificación del informe para segundo debate está prevista una serie de mesas de trabajo, talleres y foros en donde se podrá debatir ampliamente el tema que les preocupa.
Visitadores médicos
Garzón dialogó, también, con los representantes de la Asociación de Visitadores a Médicos. Edmundo Macías junto a José Navarrete, Mauricio Correa y Franco Fernández defienden la posición del trabajador de la industria farmacéutica en la parte comercial. Consideran que brinda un servicio público, presta su ayuda y contingente al médico al darle a conocer los beneficios de la medicina.
“Lo que hoy pretendemos que en la ley se cuide la posición del trabajador privado”, manifestó Franco Fernández, al recordar que al principio se consideró que no eran necesarios estos servicios. Macías informó que alrededor de 7 mil personas a nivel nacional, son parte de este grupo, por tanto pidió que sostenga esa figura en el código.
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