Víctor Manuel Pacheco, presidente de la Sociedad de Bioética, ante la Comisión del Derecho a la Salud, agradeció el esfuerzo que hace la Asamblea Nacional para elaborar el Código de la Salud que busca modernizar el sector.
En materia de bioética, expresó que se debe ajustar la terminología en algunos artículos, especialmente en aquellos de respeto al derecho a la libertad y autodeterminación de las personas, la intimidad ante el Estado y particulares, en el acceso privilegiado a la asistencia sanitaria de los grupos de atención prioritaria, a una muerte digna y el reconocimiento de los derechos de los profesionales de la salud.
Es necesario que los valores, deberes y principios de bioética que rijan las relaciones en salud y enfermedad, entre personas como sujetos de asistencia sanitaria y la sociedad, o con los profesionales de la salud y de estos con el sistema sanitario sean expuestos en forma clara y explícita en los cuerpos legales, señaló Pacheco
Además, propuso fortalecer el diálogo social y ético en el debate del Código de Salud. La reflexión debería darse en una Comisión Nacional de Bioética con la intervención participativa de expertos externos.
A su vez, William Garzón, presidente de la Comisión del Derecho a la Salud, manifestó que la Asamblea fomenta el diálogo en territorio y en la sede legislativa, para escuchar los criterios de los sectores involucrados y estructurar un código que se ajuste a la realidad del país, con énfasis en derechos a la salud.
Patricio Aguirre, director nacional de Derechos Humanos, Género e Inclusión, del Ministerio de Salud, sostuvo que se requiere asegurar mecanismos para la aplicación de principios de igualdad, equidad, calidez, eficiencia, género intergeneracional.
A nivel global se han reconocido cuatro estándares en Ecuador: disponibilidad de centros de salud para dar atención con servicios básicos y acceso a medicamentos; acceso a la información que implica atención sin discriminación física y económica; atención a grupos de atención prioritaria; y, asegurar estándares mínimos científicos de prestación de servicios en el sistema de salud privado, que permitirá atender a los grupos de atención prioritaria, resaltó.
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