La asambleísta Poly Ugarte, integrante de la Comisión del Derecho a la Salud, junto a médicos, científicos, academia y sociedad civil, revisan a profundidad, desde la base legal y médica, el concepto de bioética, que aborda el proyecto del Código de la Salud.
En la reunión participaron Edmundo Estévez, catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad Central del Ecuador; Hernán Cevallos, de la Federación Médica; Bolívar Jaramillo, médico particular; María Cervantes, médico de Solca y Elizabeth Falconí, del Comité de Bioética de la Universidad San Francisco de Quito.
Edmundo Estévez reiteró que “toda acción que hagamos o dejemos de hacer en relación a la calidad de vida de una persona está vinculada con la bioética, que es una responsabilidad de todos, como la disponibilidad de medicamentos, la calidad de los alimentos, el bienestar de una persona, que hace referencia a las acciones que garanticen esa propia condición de seres humanos”.
La bioética, como está concebida en la actualidad, se fundamenta en cuatro principios: autonomía, beneficencia, maleficencia y justicia. Sin embargo, hoy surge una nueva opinión desde el punto de vista de América Latina que prioriza el respeto de los derechos a las personas, resaltó Estévez.
“En resumen, es la aplicación de principios y valores, es decir, fundamentos éticos y morales en relación con la vida”, precisó Hernán Cevallos al señalar que allí se incluyen consideraciones como la condición de amor hacia el prójimo y se fundamenta en elementos que son afectivos frente al trato con otras personas.
Atender a una persona con afecto en su etapa terminal, asistir a la comprensión de otras necesidades comunitarias, entender a los diferentes para conocer sus perspectiva frente a la vida, son otros ejemplos que hacen la bioética, aseguró.
Para la legisladora Poly Ugarte la bioética es el respeto a la vida en los diferentes parámetros en los que nos desenvolvemos, a la calidad de vida de las personas, al medio ambiente, a la nutrición.
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