Representantes de la Junta Nacional del Artesano acudieron a la Comisión de Desarrollo Económico para exponer la problemática del sector y presentar propuestas que se podrían incluir en el proyecto de Ley de Desarrollo Artesanal. Piden una nueva institucionalidad, mayor formación técnica, rentabilizar al sector, estímulos y que se socialice la propuesta a nivel nacional.
Estos planteamientos llevarán a la dignificación del trabajo, visibilización del sector, atención especializada y acceso a incentivos, según Luis Quishpe, expresidente de la entidad. A la actividad artesanal se dedican, de forma directa e indirecta, un millón 800 mil ciudadanos, de los cuales 380 mil son informales. Precisamente, lo que exigen es que se les regularice para que accedan a los beneficios de la ley y entren en el sistema de control.
La perspectiva de los artesanos no es llegar solo a la formación de maestro, sino avanzar hacia un bachillerato técnico, tecnología e ingeniería en una de las 184 ramas artesanales. Estas especialidades generan, según la Junta, 3 mil 500 ítems de producción, que son la base de la pequeña, mediana y grande industria.
No tenemos que pensar en artesanos como pequeños, sino en la posibilidad de asociarnos para ser grandes y que esta ley cause un gran efecto y un giro en la economía del país, acotó Fernando Burbano, asambleísta nacional. El presidente de la mesa, Esteban Albornoz, ofreció apoyo y estudiar las propuestas.
Dentro de esas proyecciones también sugieren una nueva institucionalidad. Plantean que se conforme un Consejo Nacional del Artesano, una Junta Nacional del Artesano y un Consejo Asesor Artesanal. La Junta se encargaría de la gestión, coordinación, seguimiento y evaluación de la implementación de las políticas públicas, mientras que el Consejo sería un organismo de asesoría y consultoría.
A fin de generar mayor rentabilidad para el sector, Quishpe habló de la devolución del Impuesto al Valor Agregado en la compra de materias primas, insumos y herramientas; programas de chatarrización, tarifa diferenciada para aportes en el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, y un tratamiento singular en lo laboral, entre otras medidas.
En tanto, un Fondo de Desarrollo Artesanal orientado a impulsar y desarrollar los talleres, prioridad en la contratación por parte del sector público, preferencia en los programas de apoyo social, registro de artesanos, exoneración de aranceles en la importación de equipos, herramientas e insumos, son algunos de los incentivos que solicita este gremio.
LILA/pv