En la Asamblea, la construcción de leyes y el control político se hace junto al ciudadano, en su territorio. Desde su realidad y vivencias puede expresar sus demandas. Ahora el pueblo es el protagonista. Así, la forma de ejercer la democracia ha innovado. Hace pocos años su participación se limitaba al voto en las urnas o a su afiliación a partidos políticos.
Desde el inicio de su gestión, José Serrano Salgado, presidente del Parlamento, hizo un llamado: “ciudadanizar el ejercicio legislativo”, buscar que nuestros compatriotas se apropien y hagan suyas las leyes aprobadas, “de tal forma que los cambios echen raíces duraderas”.
Y de esa manera germina el trabajo. Desde cada provincia, cantón y parroquia brotan sus raíces para construir un Ecuador fuerte, como un roble; de larga vida, como un ciprés; y con abundantes frutos, como el cerezo. Se construyen normas en equipo para que cobijen a todos.
Las voces de los diferentes sectores se han levantado en las 24 provincias donde las comisiones han asistido para construir nuevos cuerpos legales, socializar proyectos o atender demandas que requieran control político. El Pleno sesionó en Guayaquil por los 482 años de su fundación, mientras que el Consejo de Administración Legislativa (CAL) visitó Manabí y Guayas.
En las sesiones itinerantes de las comisiones han concurrido alrededor de 15 mil personas. Su participación puede ser decisiva para la implementación de normas que posibiliten la profundización de derechos o acabar con las dolencias sociales, como la violencia, seguridad, pobreza, desigualdad, discriminación, desempleo, temáticas que incluyen las propuestas legales.
El papel del Parlamento fuera de su sede no solo se limita a las sesiones de las mesas: los legisladores desarrollan su trabajo en las 22 casas de la Asamblea Nacional en provincias, cuyos recintos permiten una relación directa y forjar el andamiaje legal en equipo.
A través de la Coordinación de Participación Ciudadana se ha recorrido 10 provincias, con la “Ruta Legislativa”. Allí se atendió a 2.600 personas, a fin de socializar normas y vincular al pueblo con el quehacer legislativo. Con el proyecto “La Asamblea en Mi Colegio” estudiantes de Guayas, Manabí, Chimborazo y Pichincha han simulado la sesión de un Pleno y la Escuela Legislativa realizó foros, seminarios, talleres y otros eventos, con la participación de más de 3.000 personas. Todo con el fin de acercar más la Asamblea a la ciudadanía.
Esta metodología se ha constituido en un mecanismo que abre vías de comunicación con la sociedad para que el poder político sea realmente popular. Sin su participación no hay futuro.
Proyectos que se trabajan en territorio
LM/pv