Una nueva Ley aprobada por la Asamblea está vigente. Este 21 de mayo se publicó en el Registro Oficial la Ley Orgánica para la Planificación Integral de la Circunscripción Territorial Especial Amazónica. Con esta herramienta, la región podrá promover el desarrollo humano, económico, el respeto por la naturaleza, la conservación de su ecosistema y de su patrimonio cultural.
A pesar de que la Amazonía cuenta con una riqueza natural, cultural y étnica incalculable y concentra la mayor producción petrolera es, al mismo tiempo, la región más pobre. Según el Instituto de Estadísticas y Censos (Inec), en el 2014, la pobreza en la Amazonía era del 47,7%, frente al 24,% de la Costa y el 24,5 de la Sierra.
Los datos en lo rural se agudizan, pues es tres veces mayor que lo urbano. Además, dos de las tres provincias más pobres del país están en la Amazonía: Napo y Morona Santiago.
Esta Ley busca enfrentar esta realidad, reivindicar los derechos de esta circunscripción especial, generar mecanismos de equidad e igualdad social para que puedan alcanzar las mismas metas y promover su progreso. Con ello beneficiará a más de 898 mil habitantes.
Prevé una planificación integral que permita la interacción de diferentes actores, incluida la ciudadanía e instituciones, para proyectar el desarrollo y el ordenamiento territorial, en todos los niveles de gobierno, es decir, no se centrará solo en lo urbano.
En dicha planificación se deberá observar los aspectos sociales, ambientales, económicos y culturales. En lo social impulsará la educación, investigación, becas, créditos y creación de universidades; fortalecerá la prestación del servicio de salud; programas de vivienda; de práctica deportiva y atención a grupos vulnerables.
Apoyar a las actividades agrícolas, pecuarias, forestales y acuícolas; al turismo; la artesanía local; derecho al empleo preferente; créditos; inclusión e infraestructura, será parte del desarrollo económico.
En cultura, los gobiernos provincial, municipal y parroquial y la Casa de la Cultura incluirán en su planificación este componente, con la respectiva asignación de recursos.
La planificación no deberá dejar a un lado, además, la protección de bosques, especies endémicas, área protegidas, recursos hídricos y establecerá prioridades en la gestión del cambio climático.
Todo esto se podrá desarrollar y financiar con recursos del Fondo de Desarrollo Sostenible y con el Fondo Común para la Circunscripción, así como con el dinero asignado por el Presupuesto General del Estado.
El Fondo de Desarrollo se sostendrá con el 4% del precio de venta de cada barril de petróleo que salga de la Amazonía y nunca deberá ser menor a dos dólares. El 28 % será para los gobiernos provinciales, el 58 % para los municipales, el 10 % para los municipales y el 4 % para el Fondo Común. La distribución será el 40 % en partes iguales y el 60 % en proporción de la población.
En tanto, el Fondo Común se alimentará con el 60 % de las regalías, el 30 % del superávit de las empresas generadoras de energía instaladas en la región, el 12 % de las utilidades de la actividad hidrocarburífera y otros recursos. Estos fondos podrán ser ejecutados por instituciones u organizaciones legalmente habilitadas por la Ley para ejecutar fondos públicos, destinados a planes de desarrollo. El dinero será auditado.
LILA/eg
