Desde el 5 de junio de 2018 se desconoce el paradero de Michelle Alejandra Montenegro Campos, quien fue vista por última vez a las 13h00, al salir del conjunto habitacional Samara IV, en Quito; tenía 26 años de edad, era una activista por los derechos humanos, identificada con las causas sociales y se desempeñaba como maestra de niños.
Los familiares de Michelle acudieron a la Comisión Ocasional que Atiende casos de Personas Desaparecidas. Ellos exigen resultados y respuestas de parte de la Fiscalía, de la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased) y demás entidades inmersas en esta temática. “Nos negamos a pensar que vivimos en un país donde la gente desaparece y las autoridades se muestran indiferentes y que la desaparición se la tome como simple estadística, sin considerar el sufrimiento ni el dolor de los allegados”, expresó Vanessa, hermana de Michelle.
A pesar que han pasado 42 días de la desaparición, subrayó que no existe un solo indicio sobre el paradero, que inclusive la Fiscalía y la Dinased les preguntan: ¿qué más hacemos, a quién más interrogamos?. Urge la presencia de personal especializado en la materia y, de ser necesario, la colaboración internacional para la investigación y búsqueda, dijo.
Indicó que la documentación pasó de la fiscalía 4 a la 3 y que también, por vacaciones del principal, se le asignó a otro elemento policial, lo que retrasó el proceso, al enfatizar que Michelle fue sometida a un trasplante de cornea del ojo derecho, por lo que debe tomar medicamentos.
Absalón Campoverde, presidente de la mesa, ratificó el compromiso de apoyar y encauzar la lucha de los familiares, así como dar seguimiento directo a todos los casos.
Marcela Holguín, vicepresidenta, habló de la necesidad de pedir explicación del cierre de la fiscalía 4. Frente al incremento de casos de desaparecidos en Ecuador, deberían crearse más unidades especializadas y no cerrar las existentes, precisó.
Pedro Restrepo actuó como asambleísta por un día. Reconoció que hoy la sociedad se ha empoderado del problema de desaparecidos y las redes sociales facilitan su difusión e intercambio de información, al recordar que la desaparición de sus hijos lleva 30 años y que antes se denunciaba en la misma oficina de carros robados, además que aquellos que forzaban la desaparición eran los responsables de indagar.
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