Durante su intervención en la Asamblea de ParlAmericas, que se realiza en Canadá, Elizabeth Cabezas, presidenta de la Legislatura, abordó el tema de la movilidad humana e hizo hincapié en la relación necesaria entre los modelos legislativos y las prácticas de política para tratarlo de manera integral.
Insistió en que las condiciones actuales de movilidad a gran escala exigen avanzar con rapidez hacia propuestas concretas para enfrentar el impacto de la migración en las Américas.
Señaló causas, efectos y nudos críticos de la migración en América del Sur basándose en la reciente migración venezolana y los desafíos que se derivan de esta situación. Como antecedente hizo una reseña de lo acontecido a finales del siglo XX con la masiva migración ecuatoriana. “Ecuador lleva aún frescas las cicatrices del éxodo, pero sobre esa dolorosa experiencia creamos aprendizaje", dijo.
Aseguró que la sociedad ecuatoriana logró cambios radicales y abanderó el debate global sobre movilidad humana y citó a la Ley de Movilidad Humana aprobada en febrero de 2017. “La ley no solo es un instrumento de protección de derechos para los ciudadanos ecuatorianos, sino que representa una herramienta avanzada en el plano del Régimen Internacional de Protección para salvaguardar los derechos y deberes de los ciudadanos extranjeros que atraviesen el país”, aseguró.
Una dura realidad
Para la titular del Parlamento de Ecuador, un factor determinante para evitar que el derecho a la migración se convierta en un problema social es garantizar los recursos financieros para lograr una integración positiva. “si reconocemos la obligación de los estados de garantizar los derechos de sus connacionales migrantes y de proveer los recursos para ello, deberíamos empezar a discutir mecanismos para que la comunidad internacional canalice fondos de los países de origen hacia sus migrantes, a partir del análisis de ingresos fiscales en cuentas internacionales”, explicó.
La Presidenta señaló que la corrupción es la principal causa para la migración en Sudamérica: “lo que expulsa a las personas de su patria y su familia es la carencia, la pobreza, la angustia de lo cotidiano, provocada por un denominador común. En casi todos los países que hemos sufrido las consecuencias de las crisis y es la corrupción".
En esa línea propuso incluir en el debate los mecanismos regionales de recuperación de capitales mal habidos, como el que se debate en la Asamblea Nacional. “Es la oportunidad de terminar con el ciclo de destierro, para iniciar el tiempo del encuentro fraterno”, finalizó.
